La investigación sobre el atentado del viernes en la estación de metro Parsons Green (suroeste de Londres), en el que 29 personas resultaron heridas, avanzó hoy con la detención de un joven de 18 años, pero se mantiene la alerta terrorista en “crítica”, el nivel más alto.
El joven, cuya identidad no ha sido facilitada, fue arrestado en virtud de la ley antiterrorista en la zona portuaria de Dover (sureste de Inglaterra) y será llevado a una comisaría de la capital británica para ser interrogado sobre las circunstancias del atentado, del que se responsabilizó el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La ministra británica del Interior, Amber Rudd, calificó la detención de “muy significativa” pero recalcó que la investigación está en curso.
Scotland Yard informó en un comunicado que sobre las 12.40 GMT de hoy evacuaron y registraron un domicilio en la localidad de Sunbury, en el condado de Surrey (a las afueras de Londres), como parte de la investigación, y también dispusieron la evacuación de los residentes de los edificios vecinos como medida de precaución.
La Policía ha pedido a la población que se “mantenga alerta” ya que la alerta actual implica que un atentado puede ser inminente.
La jefa de la Policía Metropolitana de Londres (MET), Cressida Dick, declaró hoy a los medios que la gente verá una mayor presencia policial en las calles y recalcó que Londres “no se detendrá” tras este ataque.
“Lo mejor de Londres es que no nos rendimos, no nos rendimos a los terroristas. Así que el sistema de transporte está funcionando como siempre y los eventos de hoy siguen adelante”, añadió.
Con el nivel “crítico” de alerta se puso automáticamente en práctica la llamada operación “Temperador”, que autoriza a los soldados a prestar ayuda a la Policía para reforzar la seguridad en numerosos lugares importantes del país, especialmente en los estadios de fútbol al haber hoy jornada de la Premier inglesa.
La decisión de subir el nivel de alerta, según el Gobierno, ha sido tomada por el Centro de Análisis Conjunto de Terrorismo, compuesto por representantes de 16 departamentos del Gobierno y con sede en las oficinas de los servicios secretos MI5 (interno).
En la reunión del comité de emergencia Cobra, que presidió la ministra de Interior -y en la que participaron representante de los principales ministerios y de los servicios secretos y de las fuerzas del orden-, se decidió mantener en “crítica” la alerta de terrorismo en el país, según la BBC.
La Policía informó, además, de que los agentes han podido hablar con 45 testigos de la explosión de ayer.
La última vez que el Reino Unido subió a “crítico” el nivel de alerta fue el pasado mayo tras el atentado suicida del centro de conciertos Manchester Arena, en el norte de Inglaterra.
La estación de metro Parsons Green fue reabierta y el barrio de esta zona de Londres ha vuelto a la normalidad.