Charlie Craven acababa de subir con su novia al metro en la estación londinense de Parsons Green cuando oyó una explosión y de repente, como en una película, una gran llamarada avanzando hacia ellos.
“Lo primero que vi” tras el estallido “fue una especie de bola de fuego naranja abarcando todo el metro y avanzando hacia nosotros”, explicó a la AFP tras el atentado que dejó 22 heridos, la mayoría por quemaduras.
“Lo que uno ve en la serie de televisión ’24’ o en una película”, añadió Craven, que logró huir del metro.
“Lo primero que pensé fue en proteger a mi novia, pensé que podía haber una segunda explosión o un atacante con un arma, y bajamos a las vías (…) Ahora ya sé que no había ninguno, pero entonces no sabía si alguien nos seguía por las vías”, narró Craven, que trabaja en el mundo de las finanzas.
Según Sky, la policía trabaja con la hipótesis de que la bomba casera no estalló completamente, pero su fogonazo bastó para sembrar el pánico, en un país que experimentó de nuevo la angustia de un atentado, el quinto en seis meses.
Lauren Hubbard describió una escena parecida. “Oí un ‘bang’ (…), miré a mi alrededor y vi un muro de fuego que avanzaba hacia nosotros”.
Pocos minutos después del suceso, a las 08H20, hora de punta del metro, circulaban ya los primeros testimonios gráficos: un cubo como de pintura acabando de arder, del que colgaban unos cables.
Al estallido le siguió una estampida, y empujones entre quienes trataban de huir escaleras abajo hasta la salida de la estación.
“Es difícil de explicar, porque pasa en un instante y luego corres. Había gente dentro (de la bola de fuego), pero te pasa por encima de la cabeza, todo el mundo corre y tu sales lo más rápido que puedes”, dijo Hubbard.
Olaniyi Shokundi vio asombrado como la gente saltaba desde el andén por el hueco de las escaleras, “no importándoles si se rompían los huesos”, explicó. “Saltaban sobre otra gente”, añadió.
Richard Aylmer-Hall, de 53 años, explicó a la agencia británica Press Association que vio varias personas heridas, pisoteadas en la estampida que siguió al incidente.
“Estaba en el metro, acabábamos de parar en Parsons Green, iba de camino desde Wimbledon a Paddington, y de repente se desató el pánico, mucha gente gritaba”, explicó.
“Había una mujer en el andén que dijo haber visto una bolsa, un fogonazo y un estallido, algo había obviamente explotado”, añadió el testigo, que en el momento previo a la estampida andaba con sus auriculares puestos y leyendo.
“Estaba absolutamente abarrotado, hora punta en el tren de la línea District”, narró.
“Vi mujeres que lloraban, muchos gritos, hubo algunos empujones bajando por las escaleras a la calle”, agregó.
“Empujaron a algunas personas y las pisotearon, vi a dos mujeres atendidas por personal de ambulancias”.