El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este martes el nuevo lanzamiento de misiles llevado a cabo por Corea del Norte ayer, y pidió a Pyongyang que reabra los canales de comunicación.
“El lanzamiento mina la seguridad y la estabilidad de la región y los esfuerzos por crear un espacio abierto para el diálogo”, afirmó Guterres en un comunicado remitido a la prensa.
El secretario general también llamó al gobierno de Corea del Norte a “cumplir completamente con sus obligaciones internacionales y que trabaje hacia la reapertura de los canales de comunicación”.
El llamamiento de Guterres se produce tras la intensificación de tensiones geopolíticas después de que Pyongyang lanzara ayer otro misil, que recorrió unos 2 mil 700 kilómetros y sobrevoló territorio japonés, tras lo que cayó en aguas del Pacífico cerca de las costas niponas.
En respuesta, Corea del Sur desplegó poco después del lanzamiento cuatro cazas F-15K que lanzaron bombas sobre objetivos situados cerca de la frontera desmilitarizada que separa las dos Coreas, mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no descartó este martes ningún tipo de respuesta a Pyongyang y afirmó que “todas las opciones están sobre la mesa”.
“El mundo ha recibido alto y claro el reciente mensaje de Corea del Norte: este régimen mostró su desprecio por sus vecinos, por todos los miembros de las Naciones Unidas y por normas mínimas de comportamiento internacional aceptable”, señaló Trump en un comunicado.
Por su parte, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, afirmó que la prueba balística “constituye una amenaza muy seria y grave y no tiene precedentes”.