Varias personas resultaron heridas y al menos dos fueron detenidas durante el desalojo por parte de la policía italiana de cientos de refugiados y solicitantes de asilo acampados en una plaza del centro de Roma.
Según la jefatura de la policía local, fueron liberados los jardines de la céntrica plaza Independencia, que desde el sábado pasado estaban ocupados por unos 100 extranjeros previamente desalojados de un edificio.
Durante las operaciones los agentes fueron agredidos con piedras y botellas y les fueron lanzados tanques de gas.
Las autoridades respondieron con chorros de agua contra los inmigrantes “para evitar que se encendieran fuegos y se usaran líquidos inflamables”, señaló la jefatura de la policía.
En una nota aseguró que la medida “se hizo necesaria y urgente” luego que la víspera los inmigrantes rechazaron una propuesta de vivienda del municipio de Roma y, sobre todo, porque se tuvieron informaciones en el sentido de que disponían de tanques de gas y preparaban bombas incendiarias.
La policía confirmó el arresto de dos personas por la agresión a los agentes.
Portavoces de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras aseguraron que durante los disturbios al menos seis migrantes resultaron heridos.
Por su parte, el portavoz en Italia de la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Andrea Iacomini, denunció que varios niños del grupo de refugiados fueron cargados por la fuerza en camiones de la policía.
“Es una situación muy triste. Se trata de 800 personas con estatus de refugiados, supervivientes de guerras, persecuciones y torturas y que en algunos casos han obtenido la ciudadanía italiana, que han sido echadas a la calle, en condiciones deshumanas y sin una alternativa real y sostenible del ayuntamiento de Roma”, aseguró.