El famoso Big Ben dejó de repicar sus icónicas campanadas a partir de este martes debido a trabajos de restauración y remodelación que le impedirán emitir un solo sonido hasta 2021.
En medio de la polémica por esta decisión que fue tomada para salvaguardar la seguridad de los trabajadores que realizarán la remodelación en la torre del reloj, la primera ministra, Theresa May, intervino para que los diputados revisen esta medida.
“No puede ser correcto que el Big Ben se quede callado durante cuatro años”, señaló la primera ministra.
El Big Ben solo volverá a sonar en ocasiones especiales para marcar el Año Nuevo y el Día del Armisticio el 11 de noviembre.
Durante los trabajos de remodelación el enorme reloj y su campana de 13 toneladas de peso serán desmantelados y sus pesadas manecillas restauradas para garantizar su futuro.
El gran reloj es parte de la torre del Parlamento de Westminster, símbolo de la democracia de Gran Bretaña y una de las atracciones turísticas más visitadas.
En 2012 la Torre del Reloj cambió de nombre para ser rebautizada como la Torre Elizabeth, en honor a la reina Isabel II que celebró su jubileo de diamante ese año.
Sus famosas campanas repicaron ayer por última vez con cientos de curiosos que se dieron cita en Westminster, en el centro de esta ciudad.
La elaborada pieza de ingeniería de 1859 data de la era victoriana (1837-1901) periodo en el que fueron creados grandes inventos tecnológicos.
La majestuosa torre de 96 metros de alto y el reloj serán sujetos a un programa de restauración que inició este año en el sitio que es Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La torre del reloj podía ser visitado hasta diciembre de 2016 a través de 337 escalones que conducen al campanario.
Una vez que finalicen las obras de remodelación los visitantes podrán subir al campanario a través de un elevador.