Más de 22 mil niños y adolescentes se quedaron sin clases este lunes en Río de Janeiro como consecuencia de la violencia en la ciudad, donde las Fuerzas Armadas y la policía lanzaron un gran operativo para combatir al narcotráfico.
En total fueron 31 escuelas y 11 guarderías que cerraron este lunes sus puertas, sobre todo en la zona norte de Río, que pasa por un proceso de inseguridad y violencia armada que aumentó la criminalidad homicidios, robos, asaltos a tasas de dos dígitos en el último semestre y se sitúa en su peor nivel desde 2009.
El viernes pasado, 20 mil alumnos tuvieron que quedarse en casa por el clima de inseguridad, que se da en un escenario de profunda crisis económica en Río, donde el gobierno local carece de los recursos económicos para incrementar las patrullas y los policías.
Por su parte, las Fuerzas Armadas enviadas por el presidente Michel Temer hace unas semanas participaban la mañana de este lunes en una gran operación junto a la policía en varias favelas para tratar de frenar la violencia y detener a varios narcotraficantes.
Un soldado fue arrestado al inicio de este lunes por filtrar informaciones sobre la operación, al parecer a miembros del tráfico de droga.
A media mañana el número de detenidos ascendía a 19, mientras las fuerzas de seguridad prosiguen con la operación para tratar de frenar la inseguridad.