El jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, dijo este miércoles que entre las sanciones que su país impulsa en la Unión Europea ante la crisis en Venezuela, está la de prohibir los viajes a España de personas ligadas al gobierno de Nicolás Maduro.
La primera propuesta “va a ser la supresión de la autorización para viajar a España y de visados para personas que estén afectadas en el régimen venezolano”, dijo Rajoy en declaraciones a periodistas.
“A partir de ahí, pues seguiremos tomando medidas”, señaló el conservador Rajoy, al indicar que el ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, iba a trasladar este mismo miércoles la proposición a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Los venezolanos no necesitan visa para viajar a España, de allí que Rajoy busque una prohibición de entrada a las personas sancionadas, explicó una fuente del ministerio de Exteriores.
Tras negar validez a la Asamblea Constituyente elegida el domingo y criticar el regreso a la cárcel de dos líderes opositores, España anunció el martes que impulsaría en la UE medidas “individuales” contra los responsables de la crisis en Venezuela.
En Bruselas, la UE contempla “un abanico de acciones” para incitar a las autoridades de Venezuela a discutir con la oposición sobre una salida a la crisis, pero de momento descarta sanciones contra el país o su gobierno como lo hizo Estados Unidos, indicaron fuentes este miércoles.
Washington congeló el lunes los activos de Nicolás Maduro bajo jurisdición estadunidense, días después de haber sancionado a otros funcionarios.
Rajoy, crítico del gobierno de Maduro, calificó la Constituyente impulsada por Maduro para redactar una nueva Constitución de “ilegal, antidemocrática y chapucera”.
Ni España ni la UE van a “dejar solos a los venezolanos”, garantizó Rajoy, afirmando que “el mundo está con ellos”.
Mientras, el ministerio de Exteriores español actualizó una nota sobre viajes a Venezuela en la que desaconsejó a sus ciudadanos visitar este país “salvo por razones de extrema necesidad”, recordando las manifestaciones opositoras que desde hace cuatro meses han dejado más de 120 muertos.