El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo el martes que se reunirá durante el fin de semana con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, aunque advirtió que las relaciones entre los dos países pueden empeorar.
Algunos sectores en Moscú y Washington esperaban que las relaciones entre ambos Estados mejoraran con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien ha alabado al mandatario ruso Vladimir Putin.
Pero las dos potencias continúan divididas en temas como la intervención de Rusia en Ucrania, las sanciones de Estados Unidos contra los aliados del Kremlin y el apoyo de Moscú al régimen de Bashar Al-Assad en Siria.
Tillerson nunca ha tratado de endulzar los problemas. En marzo pasado, después de una visita al Kremlin, admitió que las relaciones estaban en su “mínimo histórico” con pocos signos de recuperación.
Trump se dispone ahora a firmar una ley para endurecer las sanciones contra Rusia. En respuesta, Moscú ordenó que la misión diplomática de Estados Unidos en Moscú deberá sacar a cientos de funcionarios.
“Y la cuestión, creo, de los eventos de la semana pasada, es ¿esto empeora o podemos mantener algún nivel de estabilidad en esta relación?”, se preguntó Tillerson.
El encuentro entre el diplomático estadounidense y el ruso se dará posiblemente en Manila, al margen de la reunión ministeria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asia (ASEAN).
Un fiscal especial está investigando si Rusia interfirió en el proceso electoral para favorecer a Trump, quien lo ha negado repetidamente.