Los enfrentamientos “brutales” y los años vividos bajo el control del autodenominado Estado Islamico (EI) han causado “graves” daños sicológicos a los niños de la ciudad siria de Mosul, según un informe presentado este miércoles en Roma por la organización humanitaria Save the Children.
“Los niños están tan profundamente marcados por los recuerdos de extrema violencia y carencias, que viven en una condición de miedo constante por la propia vida, incapaces de mostrar emociones y afectados por pesadillas a ojos abiertos”, dijo el reporte.
Confirmó que todos los menores que participaron en la investigación mostraron síntomas de “stress tóxico”, que puede tener un impacto permanente en su salud mental y física e interrumpir su desarrollo.
Dijo que la pérdida de sus seres queridos representa la principal fuente de sufrimiento de los niños, el 90 por ciento de los cuales se vio afectado por la muerte, la separación durante la fuga o el secuestro de al menos un familiar.
Según la organización humanitaria, se trata de un trauma que unido a las escenas de violencia que presenciaron, como homicidios o el bombardeo de sus casas, compromete su salud mental.
El informe indicó que la mayoría de los menores, en particular el 78 por ciento de las niñas, dijo no poder dormir o de tener pesadillas.
Asimismo, casi todos los menores con los que los expertos hablaron mostraron un comportamiento “robótico”, con incapacidad para jugar o mostrar emociones.
El estudio fue efectuado entre menores de un campo de refugiados al sur de Mosul y representa el más amplio análisis del impacto del conflicto en la salud mental de los niños.
De acuerdo con los expertos encargados del informe, la situación de los menores se ve agravada por las consecuencias del conflicto en la salud mental de sus padres, igualmente marcados por la exposición a la violencia y, por lo tanto, incapaces de ofrecer consuelo.
El estudio resaltó también un aumento de la violencia doméstica en el centro para refugiados.
Marcia Brophy, operadora especializada en salud mental de Save the Children advirtió que los niños necesitarán apoyo y terapia sicológica durante años.