El abogado de confianza del presidente de Estados Unidos, Mark Kasowitz, y su portavoz, Mark Corallo, abandonaron el equipo legal que defiende al mandatario ante la investigación del Departamento de Justicia sobre los presuntos nexos de su campaña con el Kremlin, informaron medios locales.
Kasowitz conoce a Trump desde hace décadas y ha representado al mandatario en litigios con sus ex esposas, así como en el caso de fraude por los cursos sobre negocios inmobiliarios de su extinta universidad y, además, su firma le ayudó a reestructurar su deuda cuando sus casinos entraron en bancarrota.
Por eso Trump pensó en él para integrar el equipo legal que le defiende en la investigación sobre la injerencia rusa, una pesquisa que inquieta al mandatario por el alcance que está tomando.
Con la marcha de Kasowitz, cuyos motivos no han trascendido, ahora integran el equipo legal Ty Cobb, Jay Sekulow y el renombrado John Dowd.
Según The New York Times, a Trump le gustaba “el estilo directo y agresivo de Kasowitz, pero no se ajustaba a esta delicada investigación criminal con carga política”.
Con Kasowitz también se fue Corallo, el portavoz del equipo, cuyos motivos tampoco han trascendido pero que, según medios locales, discrepaba de la estrategia de los abogados de desacreditar al fiscal especial, Robert Mueller, de la investigación.