El presidente de Guatemala, Jimmy Morales ratificó este sábado que el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, acusado de corrupción y delincuencia organizada, será extraditado a su país el próximo lunes.
“Se ha tenido toda la custodia de él y se hicieron todos los trámites de extradición y, Dios mediante y sin ninguna novedad, el lunes estaremos haciendo todo el proceso del traslado del reo hacia (la) República de México”, dijo a periodistas el gobernante.
El mandatario aseguró que los lazos de cooperación entre los dos países se han fortalecido, en especial en temas de seguridad, tras la captura Duarte, de 43 años, miembro del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Precisamente las fuerzas de seguridad, encabezadas por el ministro de Gobernación (Interior, Francisco Rivas), lograron en una cooperación la captura de esta persona, a solicitud de las autoridades mexicanas”, puntualizó.
Morales dio las declaraciones en el centro de la capital, antes de participar en un desfile de las distintas unidades que integran la Policía por el 20 aniversario de la creación de la nueva entidad.
Sin embargo, tanto los gobiernos de Guatemala y México mantienen en reserva los detalles de la hora así como la logística de la extradición de Duarte.
Las autoridades guatemaltecas han insistido a sus pares mexicanas en agilizar la extradición del exgobernador de Veracruz porque “es un privado de libertad de alta vulnerabilidad” y su vida corre peligro porque podría ser blanco de ataques de grupos criminales.
Duarte se encuentra recluido en un cuartel militar de la capital donde habilitaron un área como cárcel para reos de alto perfil.
Tiene dos solicitudes de extradición: una por delitos de corrupción en Veracruz y la otra por delitos de orden federal de delincuencia organizada y lavado de dinero, según el fiscal de asuntos internacionales de México, Alberto Elías.
El exgobernador fue detenido el 16 de abril cuando estaba en un hotel del turístico municipio guatemalteco de Panajachel, a orillas del Lago Atitlán.
Durante su gestión (2010-2016), Veracruz (este) se convirtió en uno de los estados más violentos de México, con 21 comunicadores asesinados y varios casos de desaparición forzada.
El político renunció a su cargo en octubre del año pasado, un mes y medio antes de terminar su mandato.