El expresidente de Perú, Ollanta Humala, ingresó este viernes, en el penal donde afrontará 18 meses de prisión preventiva decretados por la Justicia, cárcel que compartirá con el también exmandatario Alberto Fujimori, en una jornada marcada por el debate sobre la idoneidad de su encarcelamiento.
Su esposa, Nadine Heredia, que también recibió 18 meses de prisión preventiva en el proceso que se les sigue a ambos por presunta corrupción, fue llevada al penal de mujeres del distrito limeño de Chorrillos en medio de la preocupación generalizada por el destino de sus tres hijos menores, que fue expresada por líderes políticos de todo el espectro político.
La pareja, que pernoctó en el calabozo del Poder Judicial, pasó la mañana en la sede del juzgado aguardando por conocer su destino final y mientras las autoridades decidían dónde internarlos.
El abogado Wilfredo Pedraza, exministro de Justicia y defensor de Heredia, expresó que las únicas condiciones eran garantizar la seguridad de ambos y un “trato igualitario” para el exmandatario, similar al que se da al también exgobernante Fujimori (1990-2000).
Finalmente, pasadas las 14.00 hora local (20.00 GMT), y en medio de una enorme expectación, se inició el traslado de Humala al Penal de Barbadillo, ubicado en el interior de un cuartel de la Policía peruana y cuyo único ocupante es Fujimori, encerrado allí desde que en 2007 condenado por delitos de lesa humanidad y corrupción.
Temprano en la mañana, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski consideró que su país vivía “un día histórico y muy triste”, después de que el juez Richard Concepción ordenara el ingreso en prisión de la pareja para aguardar allí el inicio de un posible juicio por lavado de activos y asociación para delinquir.
“El día es histórico ciertamente. Al final es muy triste lo que está pasando y espero que el proceso del señor Humala y su esposa transcurra rápido y de forma transparente (…). No opinaré sobre el proceso, solo pido que sea rápido, porque la prisión preventiva es un tema bastante discutido”, afirmó el mandatario.
Además del presidente, muchos otros personajes públicos valoraron el encarcelamiento, entre ellos Isaac Humala, padre de Ollanta, y quien calificó de “burrazo” al juez que ordenó prisión para su hijo.
Isaac Humala, quien mantiene una pésima relación con su hijo y su nuera, consideró que ambos son “culpables” de haber recibido el dinero de la constructora Odebrecht por el que son investigados, si bien afirmó que eso no constituye ningún delito por tratarse de donaciones a partidos políticos.
Por su parte, Keiko Fujimori, hija del compañero de cárcel de Humala y quien fuera derrotada por el expresidente en las elecciones de 2011, aseguró que el encarcelamiento es una muestra de independencia del Poder Judicial de Perú.
En una serie de mensajes publicados en su perfil de la red social Twitter, Fujimori manifestó su confianza en que la Justicia peruana “siga en la búsqueda de la verdad que todos merecemos conocer”.
“Sin embargo, la situación es triste porque afecta también a menores inocentes”, añadió Fujimori, líder del partido opositor Fuerza Popular.
Su hermano Kenji, también manifestó más temprano que se debe “proteger y cuidar” a los hijos de Humala y Heredia.
Los medios y las redes sociales peruanas fueron durante toda la jornada un hervidero de cruces entre partidarios y detractores de la medida, a los que se sumaron juristas y comentaristas políticos que no dejaron de subrayar las contradictorias acciones de la Fiscalía, las aristas que deja la situación de Humala y su esposa y la justificada o desmedida decisión de encarcelarlos.
Uno de los aspectos que más llamó la atención de los analistas fue la certeza del juez Concepción al afirmar “la muy alta probabilidad” de que la pareja encarcelada cometiera los hechos que se les imputa, si bien no afirmara con tanta rotundidad el riesgo de fuga o el peligro procesal, que sería una pieza fundamental para un pedido de prisión preventiva.
“Eso llamó la atención, porque si algo se había podido percibir en los últimos meses es que Humala y su esposa estaban cumpliendo todas las disposiciones de la fiscalía y no pareciera ser que las circunstancias acreditaran una medida tan intensa y extrema”, afirmó a Efe Carlos Rivera, director del Instituto de Defensa Legal (IDL).
Además, también se criticó que la fiscalía, pese a tener pruebas rotundas, no hubiera acusado formalmente a Humala y Heredia y prefiriera seguir con la investigación.