La organización humanitaria Acción contra el Hambre (ACH) alertó este jueves que los iraquíes en Mosul siguen en peligro pese a la liberación de la ciudad, por lo que exhorta a las fuerzas iraquíes y a los países de coalición internacional “no hacer de la lucha una fuente de sufrimiento extremo para los civiles”.
Según ACH, desde que comenzó la ofensiva en Mosul hace nueve meses, la población civil se ha enfrentado a dramáticas condiciones de vida, pues en Ramadi, Faluya o Mosul ha sufrido hambre, ha sido usada como escudo humano, ha sido blanco de los francotiradores y ha estado expuesta a los bombardeos.
La organización instó a las partes en el conflicto a no cometer los mismos errores en los enfrentamientos que resulten de las operaciones militares restantes.
Pidió que se brinde apoyo, seguridad y la protección necesaria a las más de 150 mil personas que están atrapadas en las zonas de Hawija, Talafar y Anbar, donde seguramente tendrán lugar las nuevas operaciones militares.
“Después de años de supervivencia bajo Estado Islámico, los civiles necesitan nuestra ayuda y no nuestra desconfianza”, señaló ACH en un comunicado difundido en su página web.
Varios informes muestran que los civiles han tenido que hacer frente diariamente a la violencia y a la violación de los derechos humanos básicos por parte de los actores armados “independientemente del bando al que pertenecieran”, según responsables de la misión de Acción contra el Hambre en Irak, donde trabajan desde 2013.
Las necesidades son enormes para los más de un millón 750 mil personas que permanecen desplazadas en los diferentes distritos del centro de Irak e incluso en lugares que no están bajo el control de Estado Islámico (EI) no se cumplen las condiciones mínimas que permitan el regreso de forma segura.
“No podemos esperar a que finalicen las operaciones militares para empezar a pensar en el futuro de Irak”, indicó ACH, que sostiene que la prioridad ahora debe ser el compromiso colectivo para ayudar a mejorar las condiciones de vida de las poblaciones.
Consideró que para la reconciliación a largo plazo es necesario que todos los actores armados hagan todo lo posible para proteger las vidas de la población y las infraestructuras, que se garantice la asistencia humanitaria y se respete la imparcialidad y el espacio humanitario.