Francia creará 12 mil 500 nuevas plazas para recibir solicitantes de asilo y refugiados en los próximos dos años, anunció este miércoles el primer ministro, Edouard Philippe, durante la presentación de un plan para hacer frente a la llegada masiva de migrantes.
Paralelamente, el primer ministro dejó claro que los migrantes que no obtengan el estatuto de refugiados serán expulsados “sistemáticamente”.
“Los migrantes económicos deben entender que no es posible que los recibamos a todos en nuestro país”, señaló.
En total, el gobierno del presidente centrista Emmanuel Macron indicó que creará 4 mil plazas en 2018 para los solicitantes de asilo y 3 mil 500 en 2019, a las que se sumarán 5 mil más en el mismo período para los refugiados.
“No estamos a la altura de lo que debe ser Francia” en cuanto a la recpción de refugiados y solicitantes de asilo, admitió Philippe.
El objetivo, agregó, será “reducir considerablemente los plazos para tramitar” los pedidos de asilo. En 2016, el plazo era de 14 meses y el objetivo es llevarlo a 6, como había anunciado Macron.
La reforma del sistema de asilo, “saturada por todas partes”, según las propias palabras de Macron, ya fue objeto de una ley en julio de 2015 para hacer pasar de dos años a nueve meses el plazo para obtener una respuesta.
Pero ese texto, elaborado antes de la crisis de refugiados, no fue suficiente para hacer frente a las llegadas masivas a Francia desde 2015. Según cifras oficiales, el año pasado Francia recibió 85 mil solicitudes de asilo.
Con este plan, el gobierno francés busca también poner fin al ciclo de reinstalación sistemática de campamentos informales en las calles de París. El viernes, 2 mil 800 personas fueron evacuadas de un asentamiento que se había formado en el norte de la capital, pero el lunes más de 200 migrantes se habían reinstalado.
Pero, Francia no es el único país europeo que hace frente a una llegada masiva de migrantes. La vecina Italia registra más de 85 mil arribos, esencialmente provenientes de África, desde inicios de año.