Honduras espera erradicar el financiamiento del narcotráfico y la corrupción de la campaña para las elecciones generales de noviembre, con la puesta en funcionamiento de un organismo encargado de vigilar la “política limpia” en el país.
El organismo está contemplado en una ley de control y transparencia en el financiamiento electoral que busca revolucionar la política hondureña, dijo a la AFP Javier Franco, uno de los tres miembros de la unidad encargada de hacer cumplir la llamada “ley de política limpia“.
El tema emergió como preocupación luego de que capos del narcotráfico extraditados a Estados Unidos aseguraran en los últimos meses haber financiado campañas políticas en Honduras.
La Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), un organismo de la OEA, promovió la ley de política limpia, aprobada el año pasado por el Congreso, junto a diputados y dirigentes políticos.
La unidad ejecutora, de tres miembros, tendrá a su cargo vigilar el cumplimiento de la nueva ley.
La ley “es como una vacuna del sistema político hondureño ante la grave enfermedad que representan las malas prácticas financieras electorales”, y es un “blindaje financiero y fiscal de los partidos” contra la corrupción, calificó el secretario general de la OEA, Luis Almagro.