El condado de Pima y la ciudad de Tucson, Arizona, aprobaron este miércoles dos resoluciones para repudiar un posible muro en la frontera entre Estados Unidos y México, construcción a la que calificaron como “símbolo ofensivo y dañino de temor y división“.
La Junta de Supervisores del Condado de Pima y el Cabildo Municipal de Tucson emitieron resoluciones que denuncian la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de planear, diseñar y construir un muro en la frontera sur estadunidense.
La resolución de Tucson va más allá, al exhortar a la ciudad a dejar de trabajar con compañías que “se involucren en el diseño, construcción o financiamiento del muro fronterizo”.
El cabildo expresó que la ciudad debe dejar de participar o invertir en cualquier empresa que se beneficie de la construcción del muro.
El lenguaje en la resolución es en gran parte ceremonial, dado que actualmente ninguna acción pública ni fondos están vinculados al proyecto de muro fronterizo.
El alcalde de Tucson, Jonathan Rothschild, dijo que sigue siendo importante oponerse al muro fronterizo, incluso si la resolución de la ciudad es principalmente simbólica. “Es una idea terrible, terrible, terrible”, dijo.
La resolución del condado no contiene la disposición de dejar de hacer negocios con las empresas constructoras del muro debido a que la Oficina del Procurador del Condado lo desaconsejó, dijo el Supervisor del Condado de Pima, Richard Elías.