El gobierno de Donald Trump planea detener a los padres y otros familiares que las autoridades consideren que hayan introducido a sus hijos de forma ilegal a Estados Unidos, una iniciativa que de acuerdo con defensores de los migrantes provocará temor entre las comunidades vulnerables.
Funcionarios del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) dijeron este jueves que la nueva “iniciativa” busca identificar y detener a los adultos que ayudaron a menores no acompañados que pagaron a traficantes de personas para cruzar la frontera de Estados Unidos.
Esta iniciativa supone una ruptura importante con respecto a la política del expresidente Barack Obama. Durante su gobierno, miles de menores que huían de la violencia y las drogas en países de Centroamérica como Honduras, Guatemala y El Salvador cruzaron la frontera y fueron reubicados con tutores en comunidades de todo el país.
Lo que se buscaba es que los se hicieran cargo de los menores mientras estos iban a la escuela y buscaban un estatus legal en las cortes migratorias.
Detener a los padres y a otros tutores supondrá que los menores pasen a centros de acogida o a costosos centros de detención.
Las autoridades del ICE no respondieron a las preguntas sobre la cantidad de tutores que se verían afectados o los que ya han sido arrestados, o de qué se les acusará. Defensores de los migrantes han dicho que están investigando tres arrestos en Texas, Nueva Jersey y Virginia que muchos involucran a tutores.
Los menores de aquellos tutores que sean arrestados serán enviados con otro familiar o guardián verificado, o serán colocados bajo el cuidado de la Oficina de Acomodo de Refugiados, la agencia federal que se encarga de la custodia de los menores que no vienen acompañados, dijo la vocera del ICE Sarah Rodriguez.
“El ICE busca afectar y desmantelar de principio a fin los caminos ilícitos utilizados por las organizaciones trasnacionales del crimen y a los facilitadores del tráfico de personas”, agregó la funcionaria. “Los tutores que han dejado a niños directamente en peligro confiándoselos a organizaciones criminales violentas pagarán las consecuencias”.
Desde octubre de 2013, casi 179 mil menores no acompañados han sido canalizados con tutores en 50 estados y muchos siguen esperando su día en la corte, de acuerdo con datos federales.