Unos días después de un atentado frustrado en los Campos Elíseos de París, el presidente francés Emmanuel Macron presentó este jueves un proyecto de ley antiterrorista que preocupa a los defensores de las libertades civiles.
La nueva ley presentada en consejo de ministros remplazaría al estado de emergencia, un régimen de excepción decretado en Francia tras los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015, los peores de la historia reciente de Francia con 130 muertos.
Este régimen, inicialmente destinado a responder a un peligro inminente, ha sido prorrogado cinco veces desde 2015 frente a una amenaza que se ha vuelto duradera.
En principio, debía ser levantado el próximo 15 de julio, pero el gobierno propondrá prolongarlo hasta el 1 de noviembre, mientras presenta la nueva ley ante el Parlamento.
Este texto busca “introducir en el derecho común disposiciones concretas, dirigidas y supervisadas para luchar de forma eficaz contra el terrorismo” y permitirá “reservar el régimen de estado de emergencia a circunstancias excepcionales”, según la presidencia francesa.
Algunas medidas excepcionales del estado de emergencia podrán sin embargo volver a ser aplicadas “especialmente para asegurar de forma duradera la seguridad de grandes acontecimientos culturales, recreativos o deportivos”.
El “nivel de la amenaza en Francia es extremadamente alto”, justificó el ministro del Interior, Gérard Collomb.
La legislación ha recibido el visto bueno de la principal jurisdicción administrativa francesa a pesar de la preocupación expresada por grupos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, que temen que se integre al derecho común prerrogativas excepcionales.
El mes pasado, Amnistía Internacional denunció por ejemplo que las autoridades francesas estaban abusando de las medidas antiterroristas para frenar protestas legítimas.
El primer texto antiterrorista de la presidencia Macron fue presentado en momentos en que la amenaza terrorista sigue latente en Francia. En total, 239 personas han perdido la vida en los últimos dos años, víctimas de atentados.
El lunes pasado, un islamista radicalizado de 31 años murió después de haber embestido un furgón de la policía con un vehículo cargado de armas y bombas de gas en la emblemática avenida de los Campos Elíseos de París.
Ese atentado frustrado en el tercer ataque yihadista en los últimos dos meses en la capital francesa contra las fuerzas del orden, tras la agresión de un policía por un hombre armado con un martillo frente a la Catedral de Notre Dame y el asesinato de un policía el pasado 20 de abril en los Campos Elíseos.
Con esta ley, las autoridades podrían vigilar a cualquier persona si existen “motivos serios” para pensar que su comportamiento representa una amenaza “particularmente grave” para la seguridad.
Las autoridades podrían además impedir la circulación de personas más allá de un “perímetro geográfico determinado” y realizar allanamientos día y noche, dos medidas que hasta ahora solo podían llevarse a cabo bajo el estado de emergencia.
Esta ley “toma en consideración todas las formas de amenazas y notablemente los actos de individuos aislados que hemos podido constatar recientemente”, dijo Macron en una entrevista publicada este jueves en ocho diarios europeos.
“Necesitamos respuestas inéditas y propias a la lucha contra el terrorismo islamista. Es lo que nuestra sociedad necesita para salir del estado de emergencia permanente”, agregó, afirmando que “no debilita el estado de derecho”.