El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría utilizar sus poderes ejecutivos para impedir que el exdirector del FBI James Comey testifique ante el Congreso la próxima semana, una decisión que aún no ha dirimido, según indicó hoy su asesora, Kellyanne Conway.
Comey, destituido por Trump el mes pasado, testificará el jueves ante el Comité de Inteligencia del Senado en una sesión abierta si nada lo impide, con el objetivo de abordar su despido con los congresistas, así como las pesquisas que estaba liderando en el FBI sobre los posibles nexos de la campaña del magnate con Rusia para interferir en los comicios presidenciales de 2016.
La declaración de Comey puede incrementar la presión sobre Trump, ya que según informaciones reveladas hace unas semanas, el exdirector del FBI escribió unos memorandos en los que detalla que el multimillonario le solicitó poner fin a las investigaciones que pesaban sobre su ya exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn, lo que podría considerarse un intento de obstrucción a la justicia.
En una entrevista con la cadena ABC, Conway insinuó hoy que Trump no hará uso de sus poderes presidenciales para bloquear su intervención, aunque luego dijo que la decisión aún estaba en manos del multimillonario.
“El presidente tomará esa decisión”, afirmó la asesora, al agregar que la comparecencia de Comey será un “momento clarificador”.
Preguntado por esta opción de bloqueo, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró después, en su rueda de prensa diaria, que “tiene que ser revisado”, dejando en el aire la posibilidad de bloquear la comparecencia.
Trump podría invocar una doctrina llamada “privilegio ejecutivo” para tratar de detener a Comey, sin embargo, tal maniobra probablemente provocaría mucho más revuelo mediático y además podría ser impugnada ante la Justicia, según explican hoy varios medios estadunidenses en consulta con expertos legales.
El pasado 9 de mayo, el mandatario despidió a Comey, provocando una tormenta política y elevando dudas sobre los motivos de esa decisión, que muchos consideran una maniobra del magnate para entorpecer las investigaciones que recaían sobre su campaña y el Kremlin.
El próximo miércoles, un día antes de la comparecencia de Comey, testificará en una audiencia pública ante el mismo comité el vicefiscal general, Rod Rosenstein.
En el vicefiscal recayó la dirección de las investigaciones sobre Rusia del Departamento de Justicia después de que el fiscal general, Jeff Sessions, se inhibiera del caso tras descubrirse sus reuniones con el embajador ruso en Washington mientras colaboraba con la campaña de Trump.
La audiencia a la que acudirá Rosenstein, sin embargo, no tiene como motivo las pesquisas sobre Rusia, sino la renovación de la legislación sobre vigilancia internacional.
A ella también acudirán el director nacional de inteligencia, Dan Coats; el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Mike Rogers; y el actual director en funciones del FBI, Andrew McCabe.