El número de personas en el mundo forzadas a abandonar su hogar a causa de la guerra, la violencia y la persecución alcanzó su máximo histórico en 2016, con más de 65,6 millones de desplazados en su propio país o sobreviviendo en una nación extranjera, según reveló hoy la ONU.
Estos datos los recoge la Agencia de Naciones Unidas par los Refugiados (ACNUR) en su Informe Mundial de Tendencias de desplazamiento forzado que realiza anualmente y que presenta la víspera del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio.
Dos terceras partes son desplazados internos en su propio país (40,3 millones); 22,5 millones refugiados en terceras naciones; y 2,8 millones solicitantes de asilo.
Estas cifras significan que una de cada 113 personas en el mundo es desplazada o dicho de otra manera, más de la población de Reino Unido.
“A pesar de lo que vimos, el año pasado fue solo un pequeño incremento en las cifras totales respecto a 2015 (65,3 millones), esto ya son malas noticias, porque significan más crisis, más conflicto, más personas sufriendo”, afirmó en rueda de prensa el alto comisionado para los Refugiado de la ONU, Filippo Grandi.
Durante el año pasado 500 mil refugiados y 6.5 millones de desplazados internos lograron volver a su casa -aunque muchas veces en situaciones extremadamente precarias- y otros 189 mil 300 refugiados fueron acogidos en programas de reasentamiento en 37 países.
Sin embargo, el año pasado 10.3 millones de personas se vieron forzadas, por primera vez, a abandonar sus hogares, de los cuales 6.9 millones se quedaron dentro de las fronteras de su país.
Al sumar y restar los nuevos desplazamientos con los retornos y los reasentamientos, se desprende una “buena noticia”, según ACNUR, y es que la cifra total de desplazados forzosos al finalizar 2016 era “sólo” de 300 mil personas más, cuando en los cinco años precedentes el aumento era de millones.
“Pero no quiero que nadie tenga una falsa impresión de estabilidad. No hay nada estable en estos números aunque el total sea muy parecido al de 2015, porque 10 millones de nuevos desplazamientos hablan de una situación muy dinámica y peligrosa, porque muchos de ellos fueron forzados a desplazarse por primera vez”, aseguró Grandi.
Siria sigue siendo el país con más desplazados del mundo, 12 millones, casi dos tercios de su población.
Sin tener en cuenta a los refugiados palestinos (5.3 millones) desplazados por décadas, el segundo país con más población refugiada es Afganistán (4.7 millones), Irak (4.2 millones), y Sudán del Sur (3.3 millones).
“Sudán del Sur es la crisis de desplazamientos que más rápido crece. Las cifras incluidas en el informe hasta finales del año pasado son de 1.4 millones de refugiados y dos millones de desplazados internos, pero sabemos que durante el primer semestre 500 mil personas más se han convertido en refugiados”, aseguró Grandi.
A pesar de esta crisis creciente, el llamamiento humanitario para ayudar a los refugiados en la región está solo financiado al 19 por ciento y el dedicado a los desplazados internos al 17 por ciento.
Por otra parte, el informe denuncia que el 84 % de los refugiados en el mundo vive en países de medianos y bajos ingresos, y uno de cada tres (4.9 millones) son acogidos en las naciones menos desarrolladas.
“Hay que reconocer el esfuerzo enorme que hacen estos países. Y hay que recordarlo cuando los países industrializados se oponen a recibir decenas o centenas de refugiados, cuando son los países más pobres los que acogen a cientos de miles de ellos”, denunció.
El informe muestra que 75 mil niños no acompañados solicitaron asilo en terceros países, pero ACNUR cree que el número de menores que emigraron o desplazados forzados es mucho más alto.
Finalmente, el informe también se refiere a que hay 10 millones de personas en el mundo que no tienen ninguna nacionalidad o están en riesgo de convertirse en apátridas.