Un ataque suicida perpetrado este jueves en una mezquita llena de fieles chiitas a las afueras de Kabul, capital de Afganistán, dejó al menos seis muertos y 10 heridos, sin que por el momento haya sido reivindicado por algún grupo extremista, informó el gobierno afgano.
El Ministerio del Interior informó que el atentado se registró la noche de este jueves en la mezquita de Al Zahra, en la parte oeste de Kabul, donde un par de hombres que pretendían entrar al santuario se inmolaron después de que los guardias de seguridad les impidieron la entrada.
El ataque se produjo en momentos en que el recinto se encontraba lleno de personas que participaban en la oración, pero debido a que los agresores no lograron entrar al lugar la cifra de víctimas fue menor, indicó el portavoz del citado ministerio, Najib Danish.
Explicó que después de que se le impidió el acceso a la mezquita, ubicada en el área de Barchi, los dos suicidas se identificaron como militantes y los guardias abrieron fuego contra ellos, de acuerdo con despachos de la agencia informativa afgana Khaama Press.
Al menos seis personas, incluyendo a un líder local y comerciante identificado como Haji Ramazan, perdieron la vida y otras 10 más resultaron heridas en el ataque, precisó el portavoz.
El atentado suicida de esta noche tuvo lugar en momentos en que la situación de seguridad se ha deteriorado en las principales ciudades de Afganistán, en especial en la capital Kabul, donde más de 150 muertos y cientos de lesionados dejó una serie de ataques coordinados a finales de mayo y principios de este mes.
Esos ataques no fueron reivindicados por ningún grupo, pero los talibanes se apresuraron a negar toda implicación, así que la mirada de las autoridades afganas se centró en los militantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La violencia suscitó de inmediato protestas contra la inseguridad en Kabul, en las cuales las fuerzas afganas dispararon municiones reales cuando intentaban dispersar a los manifestantes y causaron la muerte de cinco civiles. Las movilizaciones continuaron para exigir al gobierno más seguridad.