El jefe del Pentágono, James Mattis, dijo este miércoles que presentará una nueva estrategia militar de Estados Unidos para Afganistán, ajustando el número de efectivos, en las próximas semanas al presidente Donald Trump.
Los comandantes militares estadounidenses en Afganistán y alrededores han solicitado durante meses miles de soldados adicionales en el terreno para aumentar la presencia de las tropas de la OTAN allí.
“Vamos a definir el camino a seguir y estableceré un compromiso militar estadounidense consistente con las direcciones estratégicas del comandante en jefe y su política exterior, según lo dictado por el secretario de Estado, Rex Tillerson“, dijo Mattis a los legisladores durante una audiencia en el Comité de Asignaciones del Senado.
“La estrategia revisada de Afganistán con el nuevo enfoque será presentada al presidente para su aprobación en las próximas semanas”.
Sus comentarios llegan un día después de que Trump otorgara al Pentágono la atribución de decidir el nivel de presencia militar en Afganistán, actualmente en torno a los 8 mil 400 efectivos.
Mattis dijo que la decisión se tomaría en consulta con otras agencias gubernamentales estadounidenses.
El jefe del Pentágono dijo el miércoles por la tarde en un comunicado que el gobierno de Trump “no dejará que Afganistán se convierta en un nuevo punto de ataques” contra Estados Unidos y sus aliados.
La derrota de los talibanes y de otros grupos extremistas que están en ese país será imposible si los militares estadounidense en el terreno no disponen “del apoyo y la autoridad que necesitan”, estimó.
Antes de la decisión de la Casa Blanca, el jefe de la Defensa había advertido que los talibanes estaban creciendo en ese país y que Estados Unidos “no gana” la guerra, casi 16 años después de invadir el país.
De acuerdo a estimaciones que circulan en Washington, Estados Unidos podría decidir enviar entre 3 mil y 5 mil soldados que se sumarían a los 8 mil 400 que ya están en Afganistán.
Estados Unidos llegó a tener 100 mil soldados en ese país. Cerca de 2 mil 400 soldados estadounidenses han muerto durante la operación, incluyendo siete desde el comienzo de este año.