El antiguo chico malo de la NBA, Dennis Rodman, que ha alternado en el pasado con el mandatario norcoreano Kim Jong Un, volvió el martes a Corea del Norte en su primera visita desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos.
Rodman dijo que sólo “intenta abrir una puerta”, en una misión que cree que aprobaría su antiguo jefe en el programa “Celebrity Apprentice”.
Rodman, una de las pocas personas que conoce a los mandatarios de ambos países, habló brevemente con periodistas a su paso por el aeropuerto de Beijing, ataviado con una camiseta promocionando una moneda virtual asociada a la marihuana. En la capital china tomó un vuelo a Pyongyang.
Dennis Rodman, exjugador de la NBA
Cuando se le preguntó si había hablado con Trump sobre su viaje, dijo: “Bueno, estoy seguro de que está bastante contento con el hecho de que voy allí a intentar lograr algo que ambos necesitamos”.
Rodman fue recibido como una celebridad en todas sus visitas anteriores a Corea del Norte, aunque recibió críticas generalizadas por hacerlo en un momento de gran tensión entre Washington y Pyongyang por el programa armamentístico norcoreano.
En Tokio, un alto funcionario estadounidense de visita dijo que Rodman viajaba como ciudadano particular.
Dennis Rodman, exjugador de la NBA
“Estamos informados de su visita. Le deseamos lo mejor, pero hemos emitido advertencias de viaje para los estadounidenses sugiriendo que no viajen a Corea del Norte por su propia seguridad”, dijo a la prensa el subsecretario de Estado Thomas Shannon tras reunirse con autoridades japonesas para tratar la amenaza de misiles norcoreanos y otros asuntos.
Cualquier visita de un estadounidense conocido es un campo de minas político, y Rodman ha sido criticado por no utilizar su influencia sobre mandatarios que por lo demás están aislados del resto del mundo en el plano diplomático.