El príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, dejará de atender actos oficiales a partir de otoño, si bien la soberana seguirá su actividad, informó hoy el Palacio de Buckingham.
El duque, de 95 años, mantendrá los compromisos adquiridos hasta finales de agosto, tras lo cual ya no aceptará invitaciones, aunque “puede ser” que en el futuro asista a eventos públicos de su elección, dice la nota.
El comunicado precisa que ha sido él mismo quien ha tomado esta decisión, con “el pleno apoyo” de la monarca, que en abril cumplió 91 años.
Aunque el príncipe Felipe abandona su labor oficial, “puede ser que decida participar en determinados actos públicos de vez en cuando”, se añade.
El duque de Edimburgo es patrón, presidente o miembro de más de 780 organizaciones, con las cuales “seguirá estando asociado”, aunque no desempeñará “un papel activo”.
Isabel II “seguirá llevando a cabo un programa completo de actos oficiales con el apoyo de los miembros de la Familia Real”, señala el comunicado.
La notificación de palacio ha estado precedida de numerosas especulaciones en las redes sociales, después de que el periódico The Daily Mail publicó este jueves que los secretarios de la reina y el duque habían convocado a todo el personal de la Casa Real para hacerles un anuncio.