Dos coches bomba estallaron en Bagdad y causaron la muerte de al menos de 23 personas, dijeron este martes fuentes de seguridad, en momentos en que la mayoría de iraquíes celebra el mes sagrado de Ramadán que lleva a los musulmanes a realizar compras y salir a las calles antes del inicio del ayuno al amanecer.
El grupo extremista Estado Islámico, el grupo suní de línea dura que controla partes de Irak y Siria, se atribuyó la responsabilidad por ambos ataques en declaraciones publicadas por su agencia de noticias, Amaq.
Un automóvil repleto de explosivos estalló cerca de una popular heladería en el distrito comercial de Karrada, provocando la muerte de al menos 13 personas e hiriendo a 40.
Unas pocas horas más tarde, la explosión de una segunda bomba dejó 10 muertos y 44 heridos cerca de una oficina gubernamental en el distrito de Karkh.
Durante Ramadán, muchos musulmanes se quedan despiertos hasta la madrugada porque salen para pasar tiempo con sus familias, realizar compras y comer antes de que amanezca y comience el ayuno del día siguiente.
En julio de 2016, un camión bomba explotó en Karrada y dejó al menos 324 muertos, el ataque más mortífero en Irak desde la invasión liderada por Estados Unidos en el país en 2003.
Estado Islámico ha estado en retirada de Irak desde fines de 2015, al ser repelidos por fuerzas gubernamentales respaldadas por Estados Unidos y grupos paramilitares chiíes apoyados por Irán.
Ahora, el grupo yihadista se encuentra sitiado en un enclave en la ciudad de Mosul, en el norte del país, que ha usado como su capital de facto de Irak. Estado Islámico declaró desde Mosul un “califato” en partes de Siria e Irak en 2014.