La policía antiterrorista de Indonesia encontró vínculos entre el atentado suicida perpetrado en el este de la capital Yakarta y el grupo yihadista Estado Islámico (EI), por lo que ha intensificado sus investigaciones y reforzado la seguridad en todo el país.
El gobierno indonesio elevó el estado de alerta después que dos hombres se inmolaron la noche del miércoles en un estacionamiento de motocicletas cercano a la terminal de autobuses de Kampung Melayu, causando la muerte a tres policías y heridas a 12 personas, la mitad de ellas oficiales.
El doble ataque tuvo lugar en momentos en que agentes de la policía resguardaban un desfile local con el que musulmanes marcaban el comienzo, este jueves, del Ramadán, mes sagrado de ayuno, pero hasta ahora no ha sido reivindicada la responsabilidad.
La unidad antiterrorista de la policía condujo redadas este jueves en busca de células terroristas en el país, incluyendo una operación en la casa de uno de los supuestos suicidas en el ataque, de acuerdo con reportes del periódico The Jakarta Post.
El portavoz de la policía de Java Occidental, Yusri Yunus, indicó que durante el registro de la casa fueron confiscados documentos y equipo para acampar como evidencia, llevaron a la esposa del suicida para ser interrogada y mantienen acordonado el inmueble.
La policía encontró pistas de los vínculos entre uno de los suicidas con la red terrorista dirigida por Abu Salam, autor del ataque con bomba registrado en la ciudad indonesia de Bandung, a principios de este año, quien tenía nexos con los yihadistas del EI.
Autoridades indonesias confirmaron como “muy probable” que un grupo vinculado al Estado Islámico esté detrás del ataque de la noche del miércoles, pero señalaron que continúan estudiando si los atacantes recibieron órdenes directas desde Siria, Irak u otro lugar.
Más tarde en el día, una fuente policial dijo en condición anónima que pueden estar relacionados con Jemaah Ansharut Daulah, organización que ha atraído a cientos de simpatizantes del EI a Indonesia.
Las autoridades calculan que unos 400 indonesios se han unido al EI en Siria y consideran que podrían representar una amenaza más letal si llegan a casa.
Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado el ataque, sin embargo, el país de mayoría musulmana más poblada del mundo está luchando con una oleada de planes terroristas y militancia islámica por los radicales inspirados por los yihadistas.