Dos inmigrantes fueron hallados muertos la mañana de este jueves en una barcaza frente a las costas de Libia, donde el barco “Prudence” fletado por Médicos Sin Fronteras (MSF) rescató a más de 900 migrantes, entre ellos numerosas mujeres con niños, indicó la organización.
La guardia costera italiana confirmó que se están llevando acabo varias operaciones de rescate en esa zona del Mediterráneo y se teme por la suerte de numerosos niños.
Más de 3 mil 600 migrantes fueron rescatados entre el martes y el miércoles frente a las costas de Libia y fueron recuperados 35 cadáveres, entre ellos de una docena de niños, que se ahogaron al caer al agua.
“Es el séptimo día consecutivo que realizamos operaciones de socorro. Rescatamos 900 personas, pero todavía quedan cuatro embarcaciones en la zona que corren el riesgo de naufragar”, escribió MSF en un twitter.
12 rescates completados hoy. 1,449 personas están a salvo a bordo del #Prudence. #VíasSeguras pic.twitter.com/Vcn4BwrHDw
— MSF México (@MSF_Mexico) 25 de mayo de 2017
“¿Dónde están los barcos europeos?”, se interrogan las ONGs, tras divulgar dramáticas fotos de las embarcaciones rescatadas.
“Si llegábamos una hora después, hubiera sido ya tarde”, comentó la entidad.
Los inmigrantes no sólo se ahogan en el mar, sino que mueren de frío, deshidratación y asfixia por los vapores del combustible que emanan las barcazas atestadas de personas.
Nuestro equipo a bordo del #Prudence descubrió a 5 botes más en peligro. No había más barcos cerca que pudieran ayudar durante los rescates pic.twitter.com/YGcthBSD58
— MSF México (@MSF_Mexico) 25 de mayo de 2017
Desde el comienzo del año, Italia ha recibido a más de 50 mil migrantes, sin contar los rescatados en los últimos días. Según la ONU, cerca de 1 mil 400 murieron o desaparecieron en el mar, un balance que tiende a crecer.
Las fronteras de Italia, tanto terrestres como marítimas y aéreas, han sido reforzadas por la cumbre del G7 que se celebra el viernes y sábado en Sicilia, principal puerto de entrada de los emigrantes a Europa.
La presidencia italiana desea que los líderes de las mayores potencias económicas aborden la situación de África, no sólo por su cercanía geográfica, sino también para buscar una salida conjunta al grave fenómeno de las migraciones por el hambre y las guerras.
Por ello invitó a los líderes de cinco países africanos: Túnez, Níger, Nigeria, Kenia y Etiopía, de donde provienen una buena parte de los emigrantes y refugiados.
Los líderes del G-7 acordaron hasta ahora mencionar el tema en la declaración final sin ir más allá, según fuentes diplomáticas italianas.
También organizaciones internacionales así como ONGs piden que el tema sea abordado a nivel global para detener ese éxodo que está costando la vida a tantos niños y menores. En sólo 2017 llegaron a Italia 6 mil 242 menores no acompañados, según el ministerio del Interior.