El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, extendió sus condolencias el martes por las víctimas del atentado suicida en la ciudad británica de Manchester, donde murieron 22 personas, y dijo que los responsables eran “perdedores malvados”.
En declaraciones después de reunirse en Belén con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, Trump dijo que Estados Unidos mantiene su “absoluta solidaridad” con el pueblo británico.
“Extiendo mis profundas condolencias a aquellos que resultaron terriblemente heridos en este ataque terrorista y a las numerosas víctimas y sus familias”, dijo el mandatario republicano. “Tantos jóvenes bellos e inocentes que disfrutaban de su vida y que fueron asesinados por perdedores malvados”.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo que el incidente estaba siendo tratado como un ataque terrorista, el más letal en Reino Unido desde que cuatro musulmanes mataron a 52 personas en actos suicidas contra el sistema de transporte de Londres en julio del 2005.
La policía dijo que el atacante detonó los explosivos poco después de las 22.33 hora local en el Manchester Arena, mientras miles de fans estaban congregados para escuchar un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. Varios niños estaban entre los fallecidos, dijo la policía.
“Nuestra sociedad no puede tener tolerancia a que continúe esta masacre. No podemos permitir por un momento más el asesinato de gente inocente”, declaró Trump.
El presidente de encuentra de visita en Israel y los Territorios Palestinos, en el segundo tramo de su primera gira al exterior desde que llegó a la Casa Blanca en enero.
Más tarde, el mandatario estadunidense telefoneó a May, para ofrecerle ayuda en la investigación del atentado de Manchester.
“Ambos líderes se mostraron de acuerdo en que el ataque -que tuvo como objetivo adolescentes y amigos en un evento alegre- fue particularmente sin sentido y depravado”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Trump ofreció a May la ayuda estadunidense en la investigación y aseguró que los estadunidenses “están del lado del pueblo británico” y seguirán “luchando contra el terrorismo”.
Ambos líderes destacaron la “rapidez y coraje” con la que los servicios de emergencia y personas que se encontraban en la zona de la explosión, que se produjo a la salida de un concierto de la artista Ariana Grande, pudieron responder en ayuda de los heridos y sus familias.