Estados Unidos calificó este martes la convocatoria del presidente Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente como un “paso hacia atrás” que podría llevar a la administración del presidente Donald Trump a considerar nuevas sanciones contra funcionarios de ese país.
“Las acciones adoptadas la víspera podrían darnos nuevas razones para considerar sanciones adicionales individualizadas bajo la Ley de la Democracia de Venezuela de 2014”, señaló el subsecretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental Michael Fitzpatrick.
Maduro convocó ayer a una Asamblea Nacional Constituyente, que estará conformada por 500 integrantes, cuya organización corresponderá a una comisión presidencial encabezada por el ministro de Educación, Elías Jaua.
“No parece un esfuerzo genuino hacia la reconciliación nacional y por lo tanto lo vemos como un paso hacia atrás”, añadió Fitzpatrick.
Con el mismo calificativo aludió a la decisión de Venezuela de retirarse de la Organización de Estados Americanos (OEA). “Es un paso más para aislarse a sí mismo”, añadió.
La Constitución de Venezuela establece que “el pueblo es depositario del poder constituyente originario” y que “en ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”.
Pero Fitzpatrick deploró que Maduro busque cambiar las reglas del juego a la mitad del camino, aunque el funcionario estadunidense consideró que la mejor apuesta para salir de la crisis sigue siendo el diálogo.
El funcionario del Departamento de Estado hizo en ese sentido un llamado a Maduro a atender las necesidades más apremiantes de la población, pues aseguró que si estuvieran satisfechas la gente no estaría en la calle.
Finalmente Fitzpatrick sostuvo que Estados Unidos está listo para ofrecer ayuda humanitaria al pueblo venezolano.