Un estudiante de 18 años murió de un balazo en una manifestación en la región de Táchira, en el suroeste de Venezuela, confirmó hoy la Fiscalía General, al que se sumó un policía que fue herido el lunes en el estado central de Carabobo.
Estas muertes elevaron a 48 el saldo de víctimas mortales en poco más de seis semanas de protestas contra el gobierno bolivariano, incluyendo cinco de ellas en cuatro días en Táchira.
El Ministerio Público dijo que comisionó a un fiscal para que investigue los hechos en los que murió el estudiante Daniel Rodríguez, ocurridos esta madrugada.
Su muerte aumentó a 47 el número de víctimas fatales en poco más de seis semanas de protestas contra el gobierno bolivariano, incluyendo cinco de ellas en cuatro días en Táchira.
La alcaldesa municipal, Virginia Vivas, dijo que lamentaba el suceso en el que supuestos civiles armados hirieron en la cabeza al estudiante en una manifestación en la localidad de Santa Ana, en Táchira.
Los hechos ocurrieron poco después que el Gobierno anunciara el envío de más de 2 mil 500 soldados de la Guardia Nacional y de fuerzas especiales a Táchira, en lo que significa la fase II del llamado plan Zamora, decretado por el presidente Nicolás Maduro para enfrentar las manifestaciones callejeras.
Asimismo, el gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, confirmó la muerte del agente de la policía regional Jorge Escandón, herido el lunes por un disparo en la cabeza, durante la protesta nacional llamada el “Plantón”.
“Lamento informar que el Policarabobo Jorge Escandón falleció producto de disparo en la cabeza recibido en sector Palma Real. Que en paz descanse”, informó en su cuenta de Twitter.
La Fiscalía había confirmado el jueves la muerte de un estudiante de medicina de 25 años, quien fue atropellado por un automóvil durante una manifestación en la ciudad de Maracaibo, en el estado occidental de Zulia. La víctima era parte de los llamados “cascos verdes”, que son brigadas de paramédicos que asisten a los heridos en las protestas.
Las protestas ya llevan más de seis semanas, desde el 4 de abril pasado, luego de que la Asamblea Nacional acusara al Tribunal Supremo de Justicia de haber perpetrado un golpe de Estado al aprobar dos sentencias que la despojaron a sus funciones legales.
Maduro alega que las protestas son parte de un plan desalojar del poder por vía de la violencia, acusa directamente al líder legislativo Julio Borges.