Inseguridad, desabasto y largas filas en Venezuela

La crisis económica, sanitaria y de seguridad, sumada a la acelerada inflación pone en riesgo la libertad y la tranquilidad de la sociedad venezolana que se enfrenta a carencias.

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Largas filas en busca de productos básicos como azúcar, aceite, harina, pan y medicinas se viven todos los días en las calles y barrios de Caracas y toda Venezuela, en donde también la inseguridad es una amenaza constante entre los ciudadanos.

“Ahorita tú vas a una cola y cualquiera te saca un cuchillo, te mete una puñalada, te ofrece tiro, te deja herido, te roba”, afirmó Kelin una joven venezolana entrevistada cerca de un mercado capitalino.

“Que yo vaya a amanecer en una cola, arriesgando mi vida y que me vayan a robar la plata para encontrar dos harinas, dos arroz, no puede ser justo, no lo veo bien pues, no veo bien eso”, agregó mientras a su lado una amiga asiente moviendo la cabeza. 

“La situación (es) patética… bueno, está muy cambiado Venezuela”, coincide Daisy, otra ciudadana venezolana, cuando ambas platican sobre la manera en la que conseguirá los productos que hoy necesitan llevar a sus casas.

Incluso integrantes de los gobiernos estatales manifiestan su descontento en una entrevista por separado. 

“La situación está de verdad bastante dura, la comida, todo, la comida salió a precio nuevo, de hecho estamos en conflicto, somos de la gobernación de Miranda, estamos en conflicto porque tenemos ya un año con el mismo sueldo porque el gobierno central no ha bajado los recursos”, refirió Adriana, una funcionaria venezolana.

Las denuncias por la situación son también cada vez más fuertes. “Si alguien muere porque le falta una medicina, se queda registrada como muerte natural, el problema es que es una muerte perfectamente previsible”, manifestó Gabriel Dominguez, integrante de Impacientes por VZLA, una organización no gubernamental.

“Empezamos a ver que se estaba matando literalmente a un porcentaje de la población, donde personas ancianas, personas con enfermedades terminales, están siendo afectadas por acciones directas, como estas, y entonces calificamos esto como un genocido silencioso”, enfatizó.