El exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, fue designado este miércoles como nuevo fiscal independiente para indagar la presunta corrupción entre miembros del equipo de campaña de Donald Trump y Rusia.
“He determinado que un fiscal especial es necesario a fin de que el pueblo estadounidense tenga plena confianza en el resultado”, declaró el subprocurador de Justicia, Rod Rosenstein, al hacer el anuncio.
Mueller, quien fue director del FBI de 2001 a 2013, goza de credibilidad lo mismo con demócratas que con republicanos.
Su designación tiene lugar el medio de crecientes llamados principalmente de legisladores demócratas, aunque los últimos días se han sumado varios congresistas conservadores, para designar a un fiscal especial tras el despido del director del FBI, James Comey.
Un fiscal independiente tiene plena autoridad para determinar el curso de la investigación o presentar cargos criminales, sin tener que pedir autorización del Departamento de Justicia.
El centro de su investigación determinará si miembros del equipo de campaña de Trump estuvieron coludidos con los rusos para interferir ilegalmente en el proceso que derivó en las elecciones del pasado 8 de noviembre.
Mueller, designado al cargo de director del FBI por el presidente George W. Bush, dirigió a la agencia federal del 2001 al 2013 y actuó como director de la división criminal del Departamento de Justicia, y como procurador de San Francisco.
Rosenstein dejó en claro, sin embargo, que la designación de un fiscal independiente no significa que encontrado crímenes que han sido cometidos o que se justifica una percepción judicial. “No he hecho esa determinación”, señaló.