El presidente de EEUU, Donald Trump, dio este viernes una nueva vuelta de tuerca a la tensión política en Estados Unidos al advertir a James Comey, exdirector del FBI, de no hacer revelaciones a la prensa sobre su confuso y sorpresivo despido.
Trump protagonizó en la mañana del viernes una nueva andanada de mensajes en la red Twitter donde amenazó con cancelar las conferencias de prensa diarias en la Casa Blanca y acusó a los medios de inventar noticias, pero también incluyó una clara advertencia al exdirector del FBI.
“¡Más le vale a Comey que no haya ‘cintas’ de nuestras conversaciones, antes de que él empiece a (hacer) filtraciones a la prensa!”, escribió el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.
El mensaje, un claro llamado a Comey a que se mantenga en silencio, sugería que la Casa Blanca posee grabaciones de las conversaciones de Trump con el exjefe de la policía federal y que podría usarlas caso lo considere necesario para mantener su versión de los hechos.
Este mensaje presidencial con la velada advertencia a un exsubordinado se conoció en momentos en que se profundiza la crisis por las versiones desencontradas y contradictorias sobre cómo y por qué ocurrió el despido de Comey.
Poco después, el Senado informó que Comey declinó una invitación para una audiencia a puertas cerradas el próximo martes, aunque por el momento se desconoce si la negativa sería el primer efecto del llamado a silencio formulado por Trump.