Las autoridades brasileñas elevaron a 259 el número de personas muertas en el país desde diciembre pasado como consecuencia de un brote de fiebre amarilla que afecta principalmente la región del sureste.
A las 259 víctimas confirmadas por fiebre amarilla, hay otras 47 que están siendo investigadas, mientras que 115 fueron descartada de haber sido provocadas por el virus, según divulgó hoy el Ministerio de Salud.
En al menos 115 municipios brasileños se detectaron casos de fiebre amarilla, con mayor incidencia en los estados de Minas Gerais y Espirito Santo, ambos en la región sudeste, con 488 y 234 casos confirmados, respectivamente.
Según el más reciente boletín epidemiológico, de los 3 mil 175 posibles casos de fiebre amarilla en todo el país, mil 787 fueron descartados, 756 confirmados y 622 están siendo analizados.
Debido al brote de la enfermedad, las autoridades sanitarias brasileñas han repartido más de 20 millones de vacunas y aun así han solicitado a instancias internacionales el envío de más dosis ante el riesgo de quedarse sin provisiones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió a Brasil 3.5 millones de dosis de vacunas contra la fiebre amarilla.
Los expertos distinguen dos tipos de fiebre amarilla que se diferencian por el mosquito transmisor: la silvestre -transmitida por el “Haemagogus” y el “Sabethes”, que ataca principalmente a los monos; y la urbana, que transmite el “Aedes aegypti”, el vector del dengue, el zika y el chikunguña.
Según datos oficiales, los casos más recientes de fiebre amarilla urbana en ciudades brasileñas se registraron en 1942, en el estado de Acre.