Miles de personas marcharon este primero de mayo en Chicago, así como en otras ciudades de Estados Unidos, en defensa de las familias de los inmigrantes y para demandar el cese de las detenciones y deportaciones.
La Marcha por la Justicia en Inmigración congregó por las calles del centro de Chicago a unas 20 mil personas que caminaron bajo la lluvia, agitaron banderas y portaron letreros para exigir un alto a las detenciones y deportaciones de inmigrantes.
Las marchas en decenas de ciudades estadunidenses fueron convocadas para responder a las políticas de la administración del presidente Donald Trump de deportación de inmigrantes indocumentados, que separan a las familias.
Chris Kennedy, hijo del extinto senador Robert Kennedy y aspirante a la nominación del Partido Demócrata, participó en la marcha, así como el senador demócrata de Illinois Dick Durbin, quien trató de tranquilizar a la comunidad migrante.
“La elección de Donald Trump es un desafío para todos nosotros, por lo que tenemos que defendernos y hablar por nuestros valores”, dijo Durbin.
Un pequeño grupo de partidarios de Trump asistió a la manifestación para respaldar las políticas del presidente, pero la policía mantuvo separados a los grupos para evitar cualquier confrontación.
Supermercados hispanos y restaurantes de toda el área de Chicago cerraron para permitir a sus trabajadores participar en la marcha, y en solidaridad con el Día Internacional de los Trabajadores.
La cadena de supermercados El Güero cerró sus seis establecimientos, lo mismo que los nueve de Carnicerías Jiménez. “Nos oponemos a la criminalización de los inmigrantes ¡Todos tenemos derechos que vamos a ejercer!” señaló en un mensaje publicado en la página de Supermercados El Güero en Facebook.
El Milagro, que suministra tortillas a muchos restaurantes y tiendas de la zona, cerró sus taquerías y supermercados, aunque su fábrica permaneció abierta.
Otros negocios no cerraron pero animaron a los trabajadores inmigrantes de otras maneras: la cadena Charmers Café ofreció café gratis a la gente que iba o regresaba de la marcha, como hizo en febrero para el Día Sin Inmigrantes.
“Es un ataque a nuestra industria”, dijo la copropietaria Roseanna Magada sobre las duras políticas de inmigración de la administración Trump. La industria de los servicios alimentarios emplea a muchos inmigrantes.
La marcha pro inmigrantes en Chicago se efectuó antes de un mitin organizado por el sindicato de maestros y otras organizaciones, para exigir mejores condiciones laborales.