Al menos 31 personas fallecieron -entre ellos 14 policías- y más de 40 resultaron heridas en ataques nocturnos llevados a cabo por militantes del grupo extremista Estado Islámico en la ciudad de Tikrit, en el norte de Irak, informaron este miércoles fuentes de seguridad y médicas.
Los insurgentes vestían uniformes de policía y usaron un vehículo policial para entrar en la ciudad, a 175 kilómetros al norte de Bagdad, dijo a Reuters el coronel Khalid Mahmoud. Añadió que se identificaron unos 10 atacantes, entre los que había dos suicidas.
Un total de 31 cuerpos fueron trasladados al hospital, incluidos 14 policías, dijo Nawfal Mustafa, doctor en el principal hospital de la ciudad. La cifra de fallecidos subió a lo largo de la mañana conforme se encontraban más cuerpos de civiles que habían fallecido en sus tiendas.
Los atacantes tuvieron como objetivo un puesto de control de policía y la casa de un coronel de la policía, que fue asesinado junto a cuatro miembros de su familia, dijeron los funcionarios.
Dos suicidas detonaron sus chalecos cuando estaban rodeados por la policía, y otros tres murieron en enfrentamientos separados.
Se piensa que cinco militantes están escondiéndose y Mahmoud dijo que las autoridades de Tikrit habían declarado un toque de queda el miércoles. Por la mañana podían escucharse disparos esporádicos.
Los ataques se producen después de la puesta en marcha una ofensiva apoyada por Estados Unidos para desalojar al Estado Islámico del resto de distritos que controla en Mosul, a 225 kilómetros, el mayor bastión del grupo en Irak.