El presidente de EEUU, Donald Trump, dejó claro este lunes su apoyo sin fisuras a su homólogo egipcio, Abdelfatah al Sisi, y prometió que ambos van a luchar juntos contra el terrorismo al aparcar, al menos por ahora, las preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Egipto.
“Estamos de acuerdo en muchas cosas. Solo quiero que todo el mundo sepa, en caso de que haya alguna duda, que apoyamos mucho al presidente Al Sisi. Él ha hecho un trabajo fantástico en una situación muy difícil”, afirmó Trump ante los periodistas al recibir al mandatario egipcio en la Casa Blanca.
Al Sisi, que llegó al poder tras el golpe militar que en julio de 2013 apartó del poder al entonces presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, buscaba con esta visita dejar atrás las tensas relaciones con EEUU que fueron la tónica con el exmandatario Barack Obama.
Esta visita a la Casa Blanca era la primera de un presidente egipcio desde 2009 y el debut de Al Sisi, elegido en 2014 y a quien Obama nunca invitó al Despacho Oval.
Pero hoy Trump quiso enfatizar que las cosas han cambiado y que Egipto y Al Sisi tienen ahora, en sus palabras, a “un gran amigo y aliado en Estados Unidos” y en su presidente.
Trump recordó que conoció a Al Sisi durante la campaña electoral del año pasado en EEUU y agregó que, desde entonces, ambos han desarrollado una relación “muy estrecha”.
Por su parte, el mandatario egipcio expresó ante los periodistas su “profundo aprecio y admiración” hacia la “personalidad única” de Trump, a la vez que destacó los esfuerzos del magnate en la lucha contra el terrorismo.
“Lucharemos contra el terrorismo (…) Y vamos a ser amigos durante mucho, mucho tiempo”, anticipó Trump.
No hubo ningún comentario público por parte de Trump sobre la situación de los derechos humanos en Egipto, aunque el magnate reconoció que hay temas en los que no está de acuerdo con Al Sisi, pero no ofreció pistas acerca de cuáles son.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, habló de un “nuevo día” en las relaciones bilaterales y comentó también que el Gobierno de Trump “comprende” la preocupación sobre el respeto a los derechos humanos en Egipto, pero cree que es mejor tratar esos temas “en privado” para lograr progresos.
En vísperas de la visita de Al Sisi a la Casa Blanca, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció que durante su mandato sus fuerzas de seguridad han detenido “a decenas de miles de egipcios” y, además, han cometido “flagrantes abusos”, entre ellos tortura, desapariciones forzadas y probablemente ejecuciones extrajudiciales.
Invitar a Al Sisi a la Casa Blanca “mientras decenas de miles de egipcios se pudren en la cárcel y cuando la tortura vuelve a estar a la orden del día es una extraña manera de construir una relación estratégica estable”, argumentó Sarah Margon, directora de HRW en Washington.
Activistas de derechos humanos recuerdan que entre los detenidos está la ciudadana egipcio-estadounidense Aya Hijazi, que trabaja con niños de la calle y lleva arrestada desde 2014 por denuncias de trata de personas.
Las relaciones bilaterales han sido muy estrechas desde que Egipto firmó la paz con Israel en 1979, lo que llevó a EEUU a otorgar al Gobierno de El Cairo una asistencia militar que asciende a mil 300 millones de dólares anuales.
Tras el golpe de 2013, esa ayuda militar a Egipto fue suspendida, pero se reanudó en 2015.
No obstante, actualmente no está claro cómo puede afectar a la ayuda que recibe Egipto la propuesta presupuestaria de Trump para el próximo año fiscal, que contempla reducciones drásticas en la asistencia a terceros países y un descenso de casi el 30 % en fondos para el Departamento de Estado.
Con su encuentro con Al Sisi, Trump ha abierto hoy una semana crucial en materia diplomática, ya que este miércoles prevé recibir en la Casa Blanca al rey Abdalá II de Jordania y el jueves viajará a Florida para reunirse en su mansión de Mar-a-Lago con el presidente chino, Xi Jinping.