Decenas de cadáveres en descomposición comenzaron a ser entregados el lunes a sus familias para que los entierren, mientras socorristas continúan la búsqueda de víctimas de las inundaciones y deslizamientos de tierra que dejaron al menos 262 personas muertas y devastaron la ciudad colombiana de Mocoa.
Los cuerpos de las víctimas, envueltos en sabanas blancas, permanecen en una improvisada morgue en el cementerio local, algunos al aire libre y otros en un salón que carece de aire acondicionado.
El desastre natural -uno de los peores en la historia reciente de Colombia- borró del mapa varios barrios de Mocoa, una pequeña localidad de 100 mil habitantes, cercana a la frontera con Ecuador y Perú.
Rocas gigantes y troncos de árboles se observan en las antiguas calles de la población, al lado de edificaciones destruidas y vehículos aplastados o enterrados entre el lodo.
“El entierro de mi padre será esta tarde, pero si está muy fétido toca enterrarlo sin misa”, dijo María Helena Benítez, una campesina de 50 años.
Es probable que el número de víctimas aumente a medida que avancen las labores de los socorristas entre los escombros con perros y maquinaria pesada.
Muchas familias permanecieron despiertas por segunda noche consecutiva buscando entre los escombros a sus seres queridos que aún no aparecen, a pesar de la falta de comida, de agua potable y electricidad.
El gobierno anunció que asumirá los costos de los sepelios y que pagará un seguro de 6 mil 400 dólares a las familias de cada víctima fatal.
Mientras retroexcavadoras remueven las rocas, el lodo y los troncos de árboles, socorristas y efectivos de las Fuerzas Militares trabajan en la adecuación de albergues provisionales para miles de personas que lo perdieron todo.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció un programa especial para reconstruir a Mocoa que incluye un nuevo acueducto, la recuperación de la central de energía eléctrica, así como la reconstrucción de los puentes destruidos y las carreteras bloqueadas.
Médicos civiles y militares comenzaron una brigada de vacunación entre la población para prevenir epidemias.
Colombia enfrenta una fuerte temporada de lluvias que ha ocasionado emergencias en diferentes regiones del país. Como otros países de América Latina, Colombia es vulnerable a los desastres naturales acentuados por el cambio climático.
La peor tragedia natural de Colombia ocurrió en noviembre de 1985 cuando la erupción del Volcán Nevado del Ruiz sepultó la ciudad de Armero y dejó cerca de 25 mil muertos.