La Cámara de Representantes de Florida aprobó hoy una ley que prohíbe las “políticas de santuario”, que se alinea con las órdenes del presidente Donald Trump, que amenazó con recortes federales a aquellas jurisdicciones que protejan a los indocumentados.
Con una votación de 76 a 41 la Cámara baja dio el visto bueno a la iniciativa que prohíbe a las ciudades, condados y al estado restringir “información sobre el estatus migratorio de una persona” y multa a aquellas que incumplan.
“Nuestras comunidades no olvidarán a los representantes que votaron hoy para criminalizar aún más a las familias y convertir Florida en una extensión de la fuerza de deportación de Trump”, lamentó Francesca Menes, directiva de la Coalición de Inmigrantes de la Florida.
En su primera semana de mandato, el presidente republicano ordenó la interrupción de ciertos fondos federales a las llamadas “ciudades santuario”, que se rehúsan a programas federales migratorios que no son de obligatorio cumplimiento.
“Estamos decepcionados de que miembros que son elegidos para representar a nuestras comunidades caigan bajo las amenazas vacías de Trump en lugar de estar de pie con los que votaron para llevarlos a ese cargo”, aseguró Menes.