El gobierno iraquí condenó este martes los ataques aéreos turcos sobre el norte de Irak, durante los cuales fueron abatidos miembros de las fuerzas de la región autónoma del Kurdistán.
“El gobierno iraquí condena y rechaza los ataques realizados por la aviación turca en el territorio de Irak”, declaró el portavoz del gobierno, Saad al Hadithi.
Bagdad ve estos ataques como actos que “afectan negativamente los esfuerzos de Irak y la comunidad internacional en la guerra contra el terrorismo”.
Los bombardeos tuvieron como blanco posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, separatistas kurdos turcos) y sus aliados locales y dejaron al menos veinte muertos entre los combatientes de las fuerzas kurdas implicadas en la lucha antiyihadista, apoyadas por Estados Unidos.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), 18 personas fallecieron en los bombardeos turcos cerca de la ciudad de Al Malikiyah, próxima a la frontera turca. “Quince combatientes de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, brazo armado del PKK) y tres miembros de un centro de medios fueron abatidos”.
Por su parte, Redur Jalil, portavoz de las YPG, informó que 20 miembros de esas fuerzas fueron abatidos y 18 resultaron heridos, tres de los cuales se encontrarían en estado crítico, además de dos civiles heridos.
El PKK es considerado como un rival regional mayor por la facción kurda dominante en Irak, que mantiene por su parte lazos estrechos con Ankara.
“La solución al problema de la presencia de miembros del PKK en el territorio iraquí debe ser coordinada con el gobierno” de Bagdad, agregó Hadithi.
Por su parte, Estados Unidos expresó su preocupación por estos ataques.
“Estamos muy preocupados, profundamente preocupados por los ataques aéreos que Turquía realizó más temprano hoy (lunes) en el norte de Siria y en el norte de Irak sin la coordinación apropiada” con Estados Unidos o la coalición que lucha contra el Estado Islámico (EI), dijo el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
“Hemos expresado esas preocupaciones directamente al gobierno de Turquía”, agregó.
“También somos conscientes de la amenaza que presenta el PKK para Turquía (…). Pero este tipo de acciones francamente dañan los esfuerzos de la coalición para combatir al EI”, puntualizó.
Turquía, cuyas relaciones con Irak se han vuelto tensas recientemente, quiere que Bagdad haga más esfuerzos para desembarazarse del PKK, que dispone de bases y hombres en el norte del país.
Además, los ataques socavan el delicado equilibrio que Estados Unidos intenta mantener en Siria, y en menor medida en Irak, donde depende en buena medida de las fuerzas kurdas para la lucha en el terreno contra el grupo yihadista EI.