Con dos minutos de silencio, el sonido de sirenas, una ceremonia y una marcha, miles de personas en Israel y Polonia recordaron y honraron la memoria de seis millones de judíos asesinados en el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
A las 10:00 horas y mientras sonaban las sirenas antiaréas en todo el país, millones de israelíes detuvieron durante dos minutos sus actividades, mientras los conductores bajaron de sus automóviles para mostrar en pie su respeto a los fallecidos y su determinación a mantener vivo su recuerdo.
Escuelas y centros comunitarios celebran ceremonias solemnes, mientras las cafeterías y lugares de ocio cierran y las televisoras y emisoras de radio emiten documentales sobre el Holocausto y sus víctimas, según medios israelíes.
En el Parlamento israelí se han leído los nombres de decenas de víctimas y en el Museo del Holocausto de Jerusalén (Yad Vashem) se colocó una ofrenda de flores en el monumento del Levantamiento del Gueto de Varsovia.
En el Museo del Holocausto, la noche del domingo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, criticó a la comunidad internacional, al denunciar que “hay muchos casos en los que el mundo permanece impasible y no evita los genocidios ni las matanzas en masa”.
En Polonia, más de 10 mil jóvenes judíos de Israel y de todo el mundo participaron en la llamada “Marcha de los Vivos”, la peregrinación anual de tres kilómetros que separan los campos de exterminio nazis de Auschwitz y Birkenau, como un gesto silencioso en honor a los que murieron en manos del nazismo.
A los jóvenes se unieron algunos sobrevivientes del campo de concentración, así como representantes de varios gobiernos, entre ellos el ministro de Educación de Israel, Naftali Bennett, quien recordó la necesidad buscar alternativas para educar a las futuras generaciones sobre los trágicos efectos del Holocausto .
Este año, la marcha fue encabezada por Elisha Wiesel, hijo del superviviente y Premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel, fallecido el pasado año, quien encendió una antorcha en homenaje a su padre.
Este año también se reunen los ministros de Educación de 12 países en Cracovia, Polonia, para decidir cómo continuar con el recuerdo del Holocausto o Shoah, en hebreo, cuando todos los sobrevivientes hayan fallecido.
El campo de exterminio de Auschwitz fue el mayor de los nazis, pues en él fueron asesinados más de un millón de judíos, según la mayoría de los historiadores. Actualmente se ha convertido para el mundo en el símbolo más representativo del Holocausto.