El presidente de EEUU, Donald Trump, aconsejó el lunes al dirigente norcoreano Kim Jong-Un a “portarse bien”, en momentos en que Washington endurece el tono ante los programas balístico y nuclear de Pyongyang.
“Tiene usted un mensaje para Kim Jong-Un?”, preguntó un periodista al presidente republicano, que participaba en la tradicional búsqueda de huevos de Pascua en los jardines de la Casa Blanca.
“Portarse bien”, respondió Trump.
Durante su visita a la zona desmilitarizada (DMZ) que separa a las dos Corea, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, recomendó el lunes a Corea del Norte no poner a prueba la “determinación” de Trump frente a los programas balístico y nuclear de Pyongyang y advirtió que “todas las opciones están sobre la mesa”.
“Corea del Norte haría mejor en no poner a prueba su determinación, o la potencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región”, añadió Pence junto al primer ministro y presidente surcoreano en funciones, Hwang Kyo-Ahn.
La visita de Pence a Corea del Sur, tuvo lugar al día siguiente del fracasado intento de lanzar un nuevo misil y se teme que el país prepare un sexto ensayo nuclear, prohibidos por la comunidad internacional.
Interrogado sobre si las iniciativas norcoreanas podrían desencadenar una respuesta militar estadounidense, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer se negó a entrar en ese terreno.
“Trazar líneas rojas no ha funcionado en el pasado”, respondió, aludiendo al expresidente Barack Obama quien había fijado un límite a Siria -la utilización de armas químicas por parte del régimen de Damasco- pero había renunciado a último momento, al uso de la fuerza.
Trump “oculta cuidadosamente su juego y no debemos esperar que anuncie por anticipado lo que va a hacer ante tal o tal situación”, afirmó.
“No verán al presidente trazar líneas rojas pero lo que ha hecho en Siria muestra que, cuando es necesario, este presidente sabe pasar a la acción”, agregó el portavoz.