Las radicales posturas contra la inmigración que ayudaron a Donald Trump a llegar a la presidencia de Estados Unidos podrían ser su propia destrucción, afirmó en una editorial el diario Los Angeles Times.
Según el rotativo, las radicales posturas en contra los indocumentados y sus amenazas sin duda fueron claves para atraer el voto en las elecciones de 2016.
Pero ahora “las protestas generalizadas contra la orden ejecutiva de Trump que excluye a individuos de varios países musulmanes, el escepticismo congresional sobre la efectividad y costo del muro y una mayor conciencia del efecto negativo que sus políticas están teniendo en los negocios, escuelas y familias estadunidenses sugieren una reacción creciente”, añadió.
“Si esa reacción se desarrolla y se sostiene, las visiones de inmigración que ayudaron a Trump en 2016 podrían ser su destrucción y su perdición”, advirtió el diario más importante en el oeste de Estados Unidos.
Desde que anunció su campaña presidencial en julio de 2015, Trump ha hecho que la oposición a la inmigración sea fundamental para su estrategia política, y los expertos han debatido si esta estrategia es efectiva.
Los datos del recientemente publicados del Estudio de Elecciones Nacionales Americanas (ANES) finalmente han dado una respuesta: la inmigración fue central en las elecciones y la hostilidad hacia los inmigrantes animó a los votantes de Trump.
Al comparar los resultados de las encuestas 2012 y 2016 ANES muestra que Trump aumentó su voto sobre Mitt Romney en una serie de cuestiones relacionadas con la inmigración.
En 2012 y 2016, la ANES preguntó a los encuestados sus sentimientos hacia los inmigrantes que se encuentran en el país de manera ilegal.
En general, la inmigración representó una de las mayores divisiones entre los votantes de Trump y Clinton.
Trump ganó en 2016 al movilizar a la minoría de estadunidenses con puntos de vista anti-inmigración, pero sólo porque evitó una contra-movilización compensatoria por parte de la mayoría de los estadunidenses con puntos de vista pro-inmigrantes.
Ahora que él es presidente y sus puntos de vista de la inmigración no pueden ser descartados como mera retórica de la campaña, esa contra-movilización puede finalmente manifestarse, finalizó.