Autoridades estadunidenses arrestaron a Gustavo Falcon, uno de los llamados “Vaqueros de la Cocaína”, un grupo que introdujo toneladas de la droga a Estados Unidos a través de Miami en la década de 1980.
Falcon, de 55 años y de origen cubano, alías “Toby”, fue detenido la noche del miércoles junto a su esposa Amelia en Orlando, Florida, tras 26 años de evadir a las autoridades al cambiarse de identidad.
Barry Golden, vocero de la oficina de alguaciles de Estados Unidos, dijo que Gustavo era “el último de los Vaqueros de la Cocaína” y señaló que fue detenido en una intersección de Kissimmee mientras tomaba un paseo en bicicleta junto a su esposa.
Las autoridades informaron que Gustavo, su esposa y sus dos hijos, habían obtenido licencias de conducir falsas con otros nombres.
Pero la policía comenzó a seguirle la pista en 2013 tras un incidente de tránsito en el que Gustavo mostró dicha identificación con una dirección de Miami. La familia había estado rentando una casa en Kissimmee en donde vivían desde 1999.
Gustavo es hermano de Willy Falcon, quien junto con su socio Salvador “Sal” Magluta eran conocidos como barones de la droga entre los legendarios llamados “Vaqueros de la Cocaína” que convirtieron el sur de Florida en un eje violento del narcotráfico en la década de 1980.
El grupo utilizaba lanchas rápidas no solo para divertirse los fines de semana en Cayo Hueso, sino también para el contrabando de cocaína desde Colombia a través del Caribe y a Miami.
Tanto Gustavo como Willy y Magluta, excompañeros de preparatoria que crecieron en la comunidad cubanoestadunidense, fueron acusados por autoridades federales del contrabando de 75 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 1978 y 1991.
Willy Falcon Y Magluta fueron absueltos en 1996, pero volvieron a enfrentar un juicio tras descubrirse que compraron testigos y al menos a un jurado.
Después Magluta fue sentenciado a 195 años de cárcel en 2006, tras ser hallado culpable de lavado de dinero relacionado con el narcotráfico, mientras que Willy llegó a un acuerdo con la fiscalía en 2003 y fue sentenciado a 20 años de prisión. En junio próximo podría quedar en libertad.