El primer ministro de Suecia, Stefan Lofven, declaró este lunes que su país nunca se rendiría ante el terrorismo, al encabezar un minuto de silencio por los muertos y heridos causados por el conductor de un camión que atropelló a peatones en una calle comercial de Estocolmo.
Cuatro personas murieron y 15 resultaron heridas en el ataque del viernes, el primero de este tipo en el país.
“Nunca nos rendiremos al terrorismo”, dijo Lofven en su discurso ante el Ayuntamiento de Estocolmo, mientras las banderas ondeaban a media asta a lo largo de la capital, las campanas de las iglesias repicaban y los compradores y turistas colmaban el centro de la ciudad.
Lofven estaba flanqueado por la familia real, vestida de negro, ministros del gobierno y miembros de los servicios de emergencias.
La policía arrestó a un uzbeco de 39 años que creen que era el conductor del camión de reparto robado que chocó contra unos grandes almacenes, provocando la muerte a su paso.
Al sospechoso, que expresó su simpatía por el Estado Islámico, se le había denegado la residencia permanente en Suecia.