Varios miles de personas, la mayoría mujeres, volvieron a salir a las calles de Buenos Aires en el Día Internacional de la Mujer para lanzar un grito por la igualdad entre géneros y para exigir el fin de la violencia machista en un país en el que se produce un feminicidio cada 30 horas.
La multitudinaria manifestación, que arrancó hoy a las 17:00 horas frente al Congreso y terminó en la céntrica Plaza de Mayo, se unió a un reclamo que recorrió las calles de las principales ciudades del mundo, bajo lemas como “Basta ya”, “Vivas nos queremos” o “Disculpa las molestias, nos están matando”.
Este mediodía, decenas de mujeres salieron de sus trabajos en diferentes puntos del país y pararon durante una hora para unirse al reclamo del 8 de marzo, que este año tuvo especial resonancia en las redes sociales, nexo común de las diferentes movilizaciones que se desarrollaron por todo el mundo.
Poco antes del inicio de la marcha, la plaza del Congreso porteña era un hervidero de color violeta en el que bullían tambores, cánticos y lemas feministas amplificados a través de los altavoces: “Ni una muerta, ni una más, gritemos todas en presencia nacional”, cantaba un grupo de chicas.
En el centro de la plaza, un grupo de mujeres vestidas con bolsas de basura destacaba entre la multitud. “Estas bolsas representan a mujeres golpeadas, violadas, asesinadas y tiradas a la basura a la calle. Tratamos de simbolizar a las mujeres que murieron víctimas de la violencia machista”, explica a Efe Paula Faedi.
Sólo en 2016, la sociedad argentina asistió a 322 asesinatos de mujeres a manos de un hombre.