Miles de brasileñas tomaron este miércoles las calles de una docena de ciudades del país para reivindicar los derechos de la mujer y denunciar la violencia de género, en movilizaciones con marcado carácter político en las que se escucharon duras críticas contra el Gobierno de Michel Temer.
El presidente de Brasil, en un discurso por el Día Internacional de la Mujer, volvió a sembrar la polémica al afirmar que “solo una mujer es capaz de indicar los desajustes en los precios del supermercado” y que “si la sociedad va bien es porque las personas recibieron una formación en casa y quien hizo eso fue la mujer”.
Comentarios que calentaron el clima en las manifestaciones e incendiaron las redes sociales de inmediato.
En Río, la manifestación se desarrolló en el centro y transcurrió de forma pacífica, con consignas como “Fora Temer” (fuera Temer), “Temer golpista”, el popular “Ni una menos” que se ha convertido en un reclamo universal contra la violencia de género, carteles con lemas como “No me levantes la mano” y “El machismo mata” y cánticos como “Latinoamérica toda es feminista”.
Cientos de manifestantes se pintaron las manos y el rostro de rojo y exhibieron sus torsos desnudos pintados de llamativos colores en memoria de las víctimas de la violencia machista en Brasil, un país donde un tercio de las mujeres admite haber sufrido algún tipo de agresión en el último año, según un sondeo publicado hoy, que destacó que solo el 11 % de ellas acudió a la Policía.
En Sao Paul se realizaron diferentes concentraciones en puntos estratégicos, como la Avenida Paulista, donde la movilización convocada por organizaciones docentes coincidió con la marcha por el día de la Mujer.
También en la mayor ciudad brasileña se repitieron las críticas contra el Gobierno de Temer, que sucedió a la destituida Dilma Rousseff el pasado agosto, y las reivindicaciones comunes, como el derecho al aborto, la lucha contra la violencia de género y la equidad laboral.
“Ese ‘golpe’ (de destitución) no fue sólo contra la presidenta Dilma y si contra todas las mujeres de Brasil, que hoy ven sus derechos retroceder. La reforma de la previsión social y laboral son ejemplos de cómo ese golpe retirará los derechos de las mujeres”, dijo a Efe la activista María das Neves, de 29 años, una de las organizadoras de la protesta.
La diputada federal Ana Perugini, del Partido de los Trabajadores (PT) de Sao Paulo, comentó a Efe que el Día Internacional de la Mujer es una fecha de “celebración” de la “lucha de las mujeres por los derechos conquistados”, pero a su vez es también de “división de lo que nos falta por conquistar, que es la calidad y la igualdad”.
“El gran problema en nuestra sociedad, aquí en Brasil, es el desafecto y la ‘criminalización’ de la política. La mayoría de las mujeres no cree en la política. Nosotros necesitamos participar de la política”, apuntó la legisladora.
Perugini reclamó el avance de reformas que aumenten la participación de las mujeres en los cuerpos colegiados en hasta un 10 %, iniciativa que no ha salido del papel en la Cámara Baja, e instó al movimiento femenino a luchar contra cambios laborales que atenten contra sus derechos.
Protestas similares se repitieron en la capital del país, Brasilia, y en las principales ciudades.
La jornada comenzó con la movilización de un centenar de activistas del Movimiento de los Sin Tierra (MST), que ocuparon una hacienda del empresario Eike Batista, hasta hace pocos años considerado el hombre más rico del país y hoy en prisión por delitos de corrupción.
Las activistas ocuparon la hacienda Santa Terezinha, una propiedad rural de Batista de cerca de 3 mil hectáreas ubicada en Itatiaiuçu, en el estado de Minas Gerais (sudeste), alegando que la finca no se explota desde hace seis años.
Su intención es organizar un campamento para albergar a unas 150 familias que esperan beneficiarse del programa de reforma agraria.
El pasado año, 4.4 millones de mujeres brasileñas fueron agredidas, lo que equivale a una media de 503 víctimas por hora, según un informe de la firma Datafolha para el Fórum Brasileño de Seguridad Pública.
Además, dos de cada tres brasileños afirmaron haber presenciado maltrato verbal o físico contra la mujer, mientras que el 73 % de los encuestados percibe que la violencia de género aumentó en el país durante la última década.
Entre las acciones denunciadas por las mujeres de Brasil que más se repitieron en 2016 están la ofensa verbal (22 %), amenaza de violencia física (10 %), ofensa sexual (8 %), amenaza con arma blanca o de fuego (4 %) y tentativa de estrangulamiento (3 %).