Las relaciones entre Corea del Norte y Malasia se tensaron este lunes luego de la expulsión de sus respectivos embajadores en el marco del asesinato de Kim Jong-nam, hermanastro del líder norcoreano el pasado 13 de febrero en el aeropuerto de Kuala Lumpur.
El embajador de Corea del Norte, Kang Chol, fue expulsado de Malasia y antes de salir del país declaró que la investigación malasia sobre el asesinato de Kim no es imparcial.
Las investigaciones han estado mal “orientadas por la policía malasia. Procedieron a una autopsia sin consentimiento ni sin la participación de la embajada de Corea del Norte, y detuvieron más tarde a un ciudadano norcoreano sin una prueba incuestionable de su implicación en el incidente”, declaró el funcionario norcoreano en el aeropuerto de la capital malasia.
El embajador fue declarado persona non grata el sábado por las autoridades malasias, tras haber exigido que Pyongyang se disculpara por las críticas que ponían en duda la imparcialidad de la investigación.
Corea del Norte rechazó las conclusiones de la autopsia e insiste en que la víctima murió por un ataque cardíaco.
Las autoridades malasias le dieron entonces 48 horas para abandonar el país.
En represalia, Corea del Norte ordenó el lunes la expulsión del embajador de Malasia, Mohamad Nizan Mohamad.
“El ministerio de Relaciones Exteriores anuncia que el embajador de Malasia es persona non grata y exige su partida” en las próximas 48 horas, señaló la agencia KCNA.