Un grupo de manifestantes que se opone a la reelección presidencial paraguaya ingresó este viernes a la sede del Congreso Nacional y le prendió fuego a parte del edificio, lo que podría desatar una grave crisis política.
Los manifestantes protestaban contra la aprobación, en el Senado y por parte de 25 legisladores oficialistas y cercanos al gobierno, de un proyecto de ley que habilita la reelección presidencial, algo que esta prohibido en la Constitución paraguaya.
Los senadores de la oposición dieron cuenta de un eventual “quiebre institucional”, en tanto en las afueras de la sede del Poder Legislativo crecían las protestas, por lo que debió intervenir la policía antidisturbios para dispersar a unas tres mil personas.
El proyecto de ley, que debería ser estudiado este sábado por la Cámara de Diputados, donde sería aprobada sin mayores problemas, habilitaría al presidente Horacio Cartes y al exmandatario Fernando Lugo a reelegirse en 2018, lo que ahora está fuera de la Carta Magna.
Según el diario ABC Color, los manifestantes arremetieron con “fuerza e ira” contra la sede del Congreso Nacional y derribaron el enrejado perimetral para ingresar y tomarse el edificio, una de cuyas alas sufrió un incendio.
Aquello obligó a las fuerzas policiales a incrementar su presencia e incluso disparar contra los manifestantes, a quienes reprimieron con los carros lanza-agua y lanza-gases y desalojaron de los alrededores del Congreso.
Imágenes transmitidas por la televisión local mostraron la sede del Legislativo en llamas, mientras los funcionarios y el personal que se encontraba en el interior escapaban por el estacionamiento y las salidas de emergencia.
Los disturbios iniciaron tras la aprobación de la reforma al artículo 229 de la Constitución paraguaya, que establece que los cargos de presidente y vicepresidente son “improrrogables” y que “no podrán ser reelectos en ningún caso”.
El proyecto fue acordado entre el izquierdista Frente Guasú y el conservador Partido Colorado, que buscan impulsar las candidaturas presidenciales de Lugo y de Cartes, en forma respectiva.
Tras responsabilizar a Cartes por ser cómplice y propiciador del conflicto, el vicepresidente del Congreso, Eduardo Petta, rechazó los actos de violencia y repudió la represión de la policía, que lanzó gases lacrimógenos y disparó balas de goma.
Petta instó a la ciudadanía a apaciguarse y evitar acciones que podrían propiciar más conflictos.
La iniciativa aún deberá pasar por la Cámara de Diputados y luego ser enviada al Tribunal Superior de Justicia Electoral, que convocaría un referéndum para aprobar la reelección presidencial.