Una “cantidad significativa” de restos de bebés fue hallada en un antiguo centro católico para madres solteras de Irlanda, anunció este viernes una comisión oficial.
El hallazgo en la ciudad de Tuam, en el oeste del país, se produjo durante las excavaciones realizadas por la Comisión sobre centros para madres y niños (Commission on Mother and Baby Homes), creada en 2014 para investigar las denuncias sobre esos hospicios.
La comisión expresó su “conmoción” por el descubrimiento, en una cripta subterránea improvisada en el centro e integrada por diversas cámaras.
“Se descubrió una cantidad significativa de restos humanos en al menos 17 de las 20 cámaras subterráneas examinadas”.
El análisis de “una pequeña cantidad de los restos” reveló que sus edades oscilaban entre las 35 semanas fetales y los 2-3 años, y que datan de una época que compete a la comisión investigadora.
Las condiciones en esas instituciones para madres solteras eran duras y muchos de los niños eran dados en adopción. Otros morían con facilidad por culpa de la desnutrición y las enfermedades infecciosas. El estigma de esas madres jóvenes, y el gran poder de la Iglesia en Irlanda, contribuyeron a enterrar en el silencio lo que ocurría en esos centros.
La Comisión, que tiene el apoyo del gobierno, se creó tras la investigación de una historiadora local, Catherine Corless, que descubrió que 796 bebés y niños murieron en centros de la Congregación de las Hermanas del Buen Socorro entre 1925 y 1961, sin que hubiera registros de su fallecimiento.
La doctrina conservadora católica de la época negaba a estos niños el bautizo y, en consecuencia, el entierro en cementerios.
La secretaria de Estado de Infancia y Juventud, Katherine Zappone, dijo que el hallazgo es una “noticia triste y conmocionante”.
“Hasta ahora teníamos rumores. Ahora tenemos la confirmación de que los restos estaban ahí y que se remontan al periodo de la Casa de madres y bebés, que funcionó en Tuam de 1925 a 1961”, explicó.
“Hoy corresponde recordar y respetar la dignidad de los niños que vivieron sus cortas vidas en ese centro. Honraremos su memoria y nos aseguraremos de tomar las acciones correctas para tratar sus restos apropiadamente”, añadió.
La orden religiosa implicada dijo en un comunicado que seguirá cooperando con la investigación.
“Cuando se cerró la Casa en 1961, todos los registros fueron cedidos al Concejo del condado de Galway, que son los propietarios y ocupantes de los terrenos”.
“En consecuencia, no vamos a comentar el anuncio de hoy, más que para confirmar nuestra continua cooperación”, agregó la orden.
La comisión investiga las denuncias de abusos en 18 instituciones religiosas entre 1922 y 1998, por las que se estima que pasaron 35.000 embarazadas solteras.